SAN ISIDRO: Se realizaron trabajos en jardines, escuelas y centros educativos de cara a la vuelta a clases.

Durante las dos semanas del receso de invierno, el Municipio de San Isidro llevó adelante múltiples intervenciones tanto en su red de establecimientos educativos de gestión municipal como en sectores clave del casco histórico. Las acciones incluyeron trabajos de infraestructura en jardines, escuelas y centros de formación, así como obras de preservación del adoquinado en calles tradicionales del distrito.
Intervenciones en jardines y escuelas municipales
Con el objetivo de garantizar espacios educativos de calidad, el Municipio realizó mejoras edilicias en sus nueve jardines de infantes, en la Escuela Municipal Malvinas Argentinas, la Escuela de Educación Especial ERIPLA, el Centro de Formación Profesional (CFP) y el Centro Educativo Facilitador de Aprendizajes (CEFA).
“Queremos que nuestras escuelas y jardines estén en óptimas condiciones para los chicos. Es una prioridad para nosotros contar con establecimientos en perfecto estado como parte de nuestro plan integral para garantizar una educación de calidad y accesible para todos”, expresó Mercedes Sanguineti, secretaria de Educación, Cultura y Trabajo del Municipio.
Las obras abarcaron desde la renovación de sanitarios y cocinas, hasta la mejora de patios, instalación de nuevos pisos y modernización del sistema de iluminación en distintos espacios. Cada institución recibió intervenciones específicas, acordes a sus necesidades.
En el Jardín Nº 1 de Beccar se procedió al destape de desagües y renovación de los baños. El Jardín Nº 2, en Boulogne, incorporó una cubierta y piso de goma en el patio, nuevos sanitarios, equipos de aire acondicionado y mejoras en el sistema de agua. En Villa Adelina, el Jardín Nº 4 fue intervenido con mantenimiento de techos y sanitarios.
También en Beccar, el Jardín Nº 6 reformó los baños y el Nº 8 reparó filtraciones, mejoró el patio y renovó la cocina. En Boulogne, el Jardín Nº 7 recibió mantenimiento de sanitarios y aires acondicionados. Por su parte, en Martínez, el Jardín Nº 9 mejoró los baños y el Nº 11 renovó cocina y comedor. En el Jardín Nº 12, ubicado en Villa Adelina, se reemplazaron cañerías con pérdidas y se atendieron zonas con problemas de humedad.
En cuanto a escuelas, la Malvinas Argentinas (Beccar) se enfocó en la reparación de filtraciones y mantenimiento de sanitarios. En la Escuela ERIPLA (Beccar), se arreglaron filtraciones en el sector de la casa de planta alta, se reformó un depósito y se ajustaron baños y techos. El CEFA, en Boulogne, avanzó en la reparación de pisos, mientras que en el CFP (San Isidro) se instalaron nuevas luminarias en la galería principal.
“Seguimos un plan para mejorar cada establecimiento según sus necesidades, con el compromiso de optimizar nuestras escuelas durante este ciclo escolar”, afirmó Romina Sandoval, subsecretaria de Educación.
Todas las obras fueron ejecutadas por el área de Obras Públicas del Municipio, con presupuesto propio y una planificación específica para que concluyeran antes del reinicio de clases, previsto para el lunes 4 de agosto.
Preservación del adoquinado en el casco histórico
Paralelamente, el Municipio también avanzó con un operativo de mantenimiento del adoquinado original en calles del centro histórico de San Isidro. Esta iniciativa apunta a conservar el valor patrimonial de estas calzadas, representativas de la identidad local, y a mejorar la seguridad en la circulación vehicular y peatonal.
Ya se realizaron intervenciones en tramos de la Avenida del Libertador, entre las calles Alem, Martín y Omar, y Belgrano. Actualmente, los trabajos se concentran en la calle Brown, entre 25 de Mayo y Libertador, con una duración estimada de dos semanas.
Las tareas incluyen la corrección de hundimientos provocados por raíces de árboles y el desgaste natural. En los sectores de mayor tránsito, se coloca una base de hormigón antes de reinstalar los adoquines, lo que brinda mayor resistencia y durabilidad a la calzada.
También se alinean los cordones de granito y se reparan las veredas, aportando mayor seguridad y facilitando la circulación peatonal. Todo esto se realiza respetando y preservando los árboles nativos, como las tipas centenarias, parte del patrimonio natural de la zona.
Desde el área de Obras Públicas detallaron que el proceso implica un trabajo artesanal y cuidadoso. Primero se efectúa un “raleo” manual de raíces, se limpia la base con una mezcla especial de suelo, cemento y arena, se reinstalan los adoquines originales y, si es necesario, se colocan nuevos. Finalmente, se realiza la compactación del terreno para asegurar la estabilidad y prolongar la vida útil del adoquinado.
Adoquines con historia
El adoquinado del centro de San Isidro tiene una historia que se remonta a la época colonial, cuando se utilizaban estas piezas de piedra para pavimentar calles y facilitar el tránsito. Con el tiempo, estos adoquines se transformaron en un emblema del casco histórico y continúan siendo un elemento central en la preservación del paisaje urbano.
Las tareas actuales no solo apuntan a conservar ese legado, sino también a adaptarlo a las necesidades actuales de movilidad, sin resignar la esencia del lugar.