REQUISITOS

Por Carlos Galli.

Cuando la soberbia está en tus genes.

Cuando la hipocresía esta a flor de piel.

Cuando las mentiras son un hábito.

Cuando nunca cumplas las promesas.

Cuando sientas que sos más que los demás.

Cuando no seas capaz de poner la otra mejilla.

Cuando te sientas el dueño o la dueña de la verdad absoluta y revelada.

Cuando discrimines al otro.

Cuando te esfuerces por parecer mejor que tú prójimo.

Cuando uses un auto importado polarizado.

Cuando tengas guardaespaldas porque no te da el lomo para salir a caminar la calle.

Cuando ocupes la cama de un sanatorio privado, mientras el pueblo muere en hospitales públicos.

Cuando tus hijos e hijas se eduquen el universidades privadas.

Cuando uses un reloj de alta gama. Cuando tus trajes sean de corte italiano. Cuando tu cartera de mano sea Louis Vuitton.

Cuando tengas chófer, al que a veces lo uses como esclavo.

Cuando vivas en Puerto Madero, Recoleta, o en un barrio privado.

Cuando mires a los demás desde un pedestal más alto.

Cuando ames tanto a los pobres, y te pases alcohol en gel en tus manos después de tocarle la negra cabellera de un niño de un barrio carenciado.

Cuando vayas a una villa miseria y quieras salir de ella lo antes posible.

Cuando alguien necesitado golpee la puerta de tu lujoso despacho, y salga una secretaria diciendo que no estás, y qué te atenderá en unos días y esto jamás ocurra.

Cuando tus mejores veranos los pases en playas paradisíacas.

Cuando viajes en jet privado, o en primerísima clase.

Cuando te hospedes en hoteles cinco o más estrellas.

Cuando realices fiestas clandestinas.

Cuando seas parte de un sector privilegiado, y tengas la nariz como oliendo bosta.

Cuando creas que sos el salvador de la Patria.

Cuando tu corazón no sufra por los demás.

Cuando tengas todas estas cosas, recién entonces estarás preparado o preparada para dedicarte a la política.

Que así sea.