Réquiem del Periodista 2019

Del “periodismo será libre o una farsa” al queremos preguntar, pasando por la libertad de prensa sumida a la libertad de empresa. El día del periodista según pasan los años.
Por Juan Francisco
El periodismo pasa sus momentos más críticos como dijo Alejandro Apo en Comunas AM hace quince días, y se encuentra herido de muerte. Como predijo Aldous Huxley en su libro “Un mundo feliz” iba a llegar el día en el que no sea necesario cercenar el libre albedrío ya que a nadie le interesaría tenerlo.
No hace falta que la empresa le indique de qué o cuál manera pronunciarse ante los hechos, tenemos un ejército de verdugos de la tinta diseñado a medida de las grandes corporaciones.
Es cierto, el recorte en TELAM se quiso llevar puestos a muchos trabajadores y nos solidarizamos con ellos, como también es cierto que los colegas de Radio Del Plata entraron en crisis un tiempo antes, y nosotros también nos solidarizamos con ellos. No así los compañeros de TELAM.
Pareciera que hasta que no me tocan a mi, este es el país de las maravillas.
Entonces puede ser un boom buscar en la basura, una nueva moda viajar a través del google map, vivir en un monoambiente, cambiar con frecuencia de trabajo, o vivir en la calle.
Pero si me llegan a echar… Macri gato.
Es que en verdad el trabajador de prensa siempre esconde debajo del “debemos ser críticos”, su dicho “no me caso con nadie”.
El recordado Rodolfo Walsh, un mártir de la prosa, escribió en el epílogo de Operación Masacre publicado en 1957: “Tanto entonces como ahora creo que el periodismo es libre, o es una farsa, sin términos medios”
Tanto entonces como ahora dice, ¿Cuándo era eso? Estaba comparando a Perón con la fusiladora. Por eso los medios la acuñan como la gran frase del periodismo, no recuerdan al Walsh setentista, recuerdan al funcional.
Y eso que de periodismo de guerra dicen saber mucho, pero no recuerdan la etapa de Walsh mártir. Solo hablaron de la época de plomo para exigir una reconciliación, y el periodismo de Guerra se lo hicieron a un Gobierno democrático.
Cómo no mencionar en este día a los actores del gran diario argentino, al cuarto poder que nos decía cuándo era bueno arreglar con los buitres, cuánto tenía que ganar un juez, qué denuncia era válida (Carrió por medio), y ahora quién se mató o lo asesinaron. Nos educan, nos forman, nos informan.
Una vez lo guionaron a Fariña para que diga en TV “Querían ficción les di ficcion”. Esa frase fue una obra maestra de tipos que entendieron el rol moderno que parecieran tener los medios: ser un show.
El más gracioso de los periodistas, y más ridículo de los showmans, Jorge Lanata usó “la grieta” para definir a los gorilas y a los nacionales.
Realizó un sketch llamado “Queremos preguntar” donde periodistas evocaban todos juntos detrás de un telón (valga la redundancia con un show) a lo ocurrido en el programa “Peor es Nada” conducido por Jorge Guinzburg, contra la jueza Servini de Cubría. Es decir, algo ocurrido en un programa humorístico.
Hace poco en Canal 13 pasaron un spot sobre el avance de los años y comparaban a Tato Bores con Lanata. Tato Bores era un personaje humorístico, y Lanata…
Es bueno recordar a todos los periodistas, que hicieron escuela, que actualmente están trabajando o con mandato cumplido marcan un camino. Porque los hay, y porque son los que se esfuerzan para que la mejor preguntadora no sea Mirtha Legrand, para rechazar los premios que recibe un programa por una investigación llamada “Ruta del Dinero K” y que no exista nadie con apellido K en la causa que se armó, para los que se avivan de que los que viajaron a Panamá antes de las elecciones olvidaron mencionar que quien tenía cuentas off short era el entonces Jefe de Gobierno porteño, y para los que intentan dar indicadores de la Argentina real.
Para los que piensan como Gabriel García Marquez, “Para ser periodista hace falta una base cultural importante, mucha práctica, y también mucha ética. Hay tantos malos periodistas que cuando no tienen noticias se las inventan”, pero a pesar de ello y citando nuevamente al Gabo “El periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente”.




