
Cierto sector de la militancia k pura aún no asimiló la fórmula de los Fernández. El recuerdo de
los reclamos y críticas de este Alberto durante diez años no cicatrizó en el paladar negro kirchnerista.
Ese enojo que se fundamentó en la relación con Clarín del hoy precandidato a presidente, es precisamente lo que veían como virtud el peronismo no K
Pero ambos bandos están equivocados. Alberto no tiene relación con Magnetto desde que dejó de ser jefe de gabinete, pero la relación con el grupo la seguía teniendo con otro peso pesado del holding, Jorge Rendo.
Se presume que este fue quien le contó al oído que el castigo del poder judicial sobre Cristina sería tremendo.
No se puede confirmar pero habría hecho entender que el juicio sería muy rápido con una sentencia firme y express condenatoria hacia la ex presidente, poniendo en jaque la candidatura de la líder k.
Los medios dejaron entrever la semana pasada que Alberto había estado en Tribunales. Con este dato quizás Cristina determinó la generosidad de ceder los votos hacia el Alberto porteño.
Una vez conocida la fórmula el mundo político pensó, el triunfo peronista está cerca. Alberto seguirá con su relación clarinista a través de Rendo y las elecciones serían un trámite. Hasta ahora, nada de eso ocurre.
Rendo no se rinde y mandó a la maquinaria de Tn a atender al candidato peronista. Todos sus
soldados tomaron sus armas y las descargaron sobre la humanidad de Alberto.
De todas maneras esto recién empieza. El 22 de junio trabajaremos sobre certezas. Nada seguro indica que el candidato Cambiemos sea Macri. Quizás la fórmula peronista sea un globo de ensayo y se cambie antes del 22. Sergio Massa sigue mintiendo en cadena aumentando su precio. Sus escasos puntos sirven para determinar un triunfo y es por eso que lo disputan Macri y Alberto.
Lavagna está convencido que será el candidato federal pero la realidad se lo está llevando puesto. Barrionuevo declaró que debe jugar las paso y en la misma estaría Sergio Tomás y el salteño Juan Urtubey. Este espacio sirve más para restar que para encontrar la salida de un país endeudado por cien años.
Los egoísmos siguen estando de moda. Los liberales sin votos creen que son más importantes de lo que realmente son y no ayudan a la reconstrucción de la patria que tiene como primer objetivo, echar a Macri. El macrismo, sin Durán Barba, apuesta todas sus fichas a ganar con Mauricio para hacer más infeliz al pueblo.
El egoísmo de Clarín sigue disparando munición gruesa hacia Alberto Fernández porque Cristina está cerca y el hombre enfermo de cáncer de laringe la quiere presa o muerta, o las dos cosas.
El camino a las elecciones es muy corto. La oscura noche que pasa la Argentina no tendrá amanecer si el espacio amarillo de la mano de Magnetto sigue gobernando. Mauricio prometió que la segunda gestión será igual y más rápida, o sea más ajuste para más muerte.
Mientras esta idea está segura el resto de la patria dirigencial discute cargos y egos. Solo la generosidad de Cristina puede tapar los egoísmos de Lavagna, Barrionuevo y Massa, los tres grandes del buen humor, que se dicen peronistas pero jamás fue comprobable su ideología. Es más, si, se pudo probar que participaron de todos los gobiernos y el obrero y el choripán les cayeron siempre mal. Ellos hablan, chamuyan, mienten pero cuando ejecutan solo la oligarquía sonríe.