
Cuando cesan en su mandato los gobiernos que representan a las mayorías sobreviene la derecha. Esta con un formato empresarial, cool y apolítico descalifica al gobierno anterior señalándolo como “ populista”. Este calificativo llega a los oídos del habitante como un sinónimo de lo patético, criminal aunque dictatorial.
Ser populista es un grado superior al demonio propiamente dicho para la derecha empresarial e irracional.
La matemática es la única ciencia exacta. La política es el arte de lo posible y conjugando ambas definiciones observamos como el arte de lo posible es exacto si le sumamos que la única verdad es la realidad. Hacemos gala de estas definiciones pues razonando en forma objetiva vemos que los únicos gobiernos, que favorecieron a las mayorías y sus índices económicos fueron todos positivos, se hallan en los movimientos nacionales y populares.
Pero el ciber, la radio y la televisión nos hacen dudar de estas proclamas gracias al uso indiscriminado de la trampa apoyada en la solapada mentira. Nadie distingue quién es el bueno y quién el malo de la película.
Estados Unidos para los medios dominantes es un dechado de virtudes. Un país que cuida de la democracia en el planeta y que lucha por la paz y la libertad es un claro ejemplo de lo que pretenden algunos ciudadanos. Pero no todo es así y no todo tan fácil.
Noam Chosky afirma que “Nelson Mandela, cuando por fin fue puesto en libertad, alabó los logros de Cuba en la liberación de Africa y el final del apartheid. Uno de sus primeros actos fue declarar que “durante todos mis años en prisión, Cuba fue una inspiración y Fidel Castro un pilar sólido. Las victorias cubanas destrozaron el mito de la invencibilidad del opresor blanco e inspiraron las luchas de masas de Sudáfrica, un punto de inflexión para la liberación de nuestro continente, y de mi pueblo, del azote del apartheid. Que otro país puede señalar un historial de mayor altruismo que el que ha mostrado Cuba en sus relaciones con Africa?.
Estados Unidos, siempre en un contexto imperialista, sufrió diversas derrotas. Desde el siglo 18 a la actualidad este país es el responsable directo de 218 guerras. Desde la invasión a la Cuba Española en los finales del siglo 19, a la ocupación a pleno de Centroamérica y la entrega de cada país en total pobreza hasta el manejo de las políticas económicas de América Latina a través de las corporaciones.
También con Cuba hubo una fijación. En los inicios de 1962 Cuba sufrió los embates del imperio y luego se le decretó un bloqueo económico hasta nuestros días. En el libro “Un fenómeno global “de Noam Chomsky, dice el escritor que “Kennedy reflejó la histeria en sus declaraciones públicas, aunque era consciente, como dijo en privado, de que los aliados “piensan que estamos un poco locos con el tema Cuba”. No sin razón. Las acciones de Kennedy fueron fieles a sus palabras”.
También el historiador Luis Pérez escribe que la intervención, alabada internamente como un acto humanitario para “liberar” Cuba, logró sus objetivos reales. “Una guerra de liberación de Cuba se transformó en una guerra de conquista por parte de los Estados Unidos”.
Kennedy, a pesar de tener una muy buena imagen ante la opinión publicada no pertenecía al equipo de los buenos sino todo lo contrario. Fidel Castro soportó más de 600 atentados, murió y su revolución sigue intacta. Pasaron los presidentes norteamericanos y nadie pudo con la pequeña isla.
La historia sigue con una América manejada por el norte. En un tiempo fueron dictadores, luego social-demócratas que obedecían ciegamente al FMI, más tarde la derecha con golpes blandos o no, en la actualidad más derecha y en los inicios del siglo el imperio nos dio vacaciones y permitió que gobiernos de origen nacional y popular otorgaran alegría a sus pueblos. El resto, solo dominación, entrega, pobreza y una doctrina Monroe actualizada en tiempo y forma.
Esa doctrina, que el presidente Quincy Adams elaboró para que Monroe en 1823 la pusiera en práctica. Esa idea que evitaba que Europa se alzara con territorio americano permitió que los Estados Unidos liderara el continente. Porque esa doctrina no era para proteger los países americanos del viejo continente sino para que estos obedecieran y pertenecieran al Tío Sam.
Nuevamente la pregunta, quiénes son los buenos?. Estados Unidos, el FMI ? y quiénes son los malos?, Venezuela, Cuba?. Estos últimos son países que lucharon siempre por su liberación.
Cometieron el pecado de contener riquezas en sus territorios y no acatar las órdenes de la sociedad que existe entre imperio y corporaciones supranacionales. Tanto Cuba como Venezuela sufren las consecuencias de sendos bloqueos económicos y Estados Unidos es el país con mayor deuda en el mundo. Tanto es que es imposible leer con corrección la cifra en dólares que debe el país de Superman.
El estudio global de armamento del prestigioso Instituto Internacional de Estudios por la Paz de Estocolmo (SIPRI) sitúa a los Estados Unidos, como de costumbre, muy por delante en gastos militares. China ocupa el segundo lugar, con alrededor de un tercio del gasto estadounidense. Muy por debajo se hallan Rusia y Arabia, que no obstante se colocan muy por encima de cualquier estado de Europa Occidental. Irán apenas se mencionó. Noam Chosky afirma al respecto “Los detalles completos aparecen en un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales que llega a la conclusión que “los Estados del golfo Pérsico tienen una imponente ventaja sobre Irán en tanto en gasto militar como en acceso a armas modernas”. El gasto militar de Irán es una pequeña parte del de Arabia y está muy por debajo incluso del gasto de Emiratos Arabes Unidos. Juntos, los estados de cooperación del golfo- Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia y Emiratos Arabes Unidos gastan en armas ocho veces más que Irán, un desequilibrio que se remonta a varias décadas”.
Entonces la pregunta se sigue instalando, quiénes son realmente los buenos?. Con los datos chequeados y comentados observamos que el país de la libertad, la democracia y la paz es simplemente un estado terrorista. Los malos que los medios dominantes determinan son solo pequeños países con grandes riquezas. Estas son el motivo del saqueo de los países imperialistas y que más tarde utilizan a sus grupos de tareas, los medios, para dictarnos clases de ética y formatear a los malos con barba, religión oriental, y con una cultura extraña para occidente.





