Opinión

¿QUÉ ES LO QUE QUEREMOS?

Por Gabriel Princip.

La pregunta es al ciudadano de a pie, a usted, que no entiende como de chico le mintieron con que su país tiene todo, es rico, que las cataratas, que el clima, que no hay problemas religiosos pero, siempre hay un -pero-, las cosas son así y así es mal. Simple el mensaje, mal por los dirigentes, por los milicos, por la inflación, por Menotti y la mar en coche, entonces la pregunta es ¿Qué es lo que pretende?, ¿Qué quiere para el resto de su vida?

La respuesta es fácil, vivir bien. Una casa digna, cloacas, agua potable, alimentos sin químicos y baratos, gobernantes que gobiernen y no que vayan a elecciones cada tres meses, y una sociedad que entienda que usted puede ser de Boca, de Racing, peronista o ateo. ¿Es muy difícil conseguir eso?, respuesta hoy ¿fácil?, es imposible.

Ahora bien, ¿Es imposible porque soy un pesimista, un descreído o un realista? Lamentablemente la única verdad es la realidad y esta nos marca que cada argentino percibe que su ombligo tiene dos movimientos, uno de rotación sobre su eje y nos mira hacia nuestras retinas y otro de traslación sobre todo lo que tiene que ver con nuestros egos.

De todas maneras, la fórmula para alcanzar el bienestar no es difícil y no sería imposible si cada uno hiciera su parte. De arriba hacia abajo se precisan gobernantes honestos y valientes, o sea ni Macri ni Alverso. Jueces que entiendan que estudiaron para impartir justicia no para recibir ordenes del imperio, religiosos que crean en Dios y no en la iglesia, empresarios que ganan millones sin envenenar a la gente y un pueblo que vote al mejor, al que gestione, al que hace y no al que le da un globo y le promete todo aquello que no cumplirá.

¿Vio que no es tan difícil?, claro estamos en un país donde los humanos representan distintos sentires, credos, razas y se complica. Juntamos dos argentinos y tenemos tres internas. Pero algún día hay que empezar y ese día es mañana. Y empieza así: señor chino enfríe la mercadería, almacenero no venda café Dolca que es azúcar o Toddy que es lo mismo, colectivero pare en el cordón, camionero respete el semáforo, albañil apure el trabajo si cobra por hora, usted sacerdote córtela con esa respuesta “es un tema de fe” y cuéntele la verdad a su gente y usted diputado justifique el sueldo. No es tan difícil, pero repito hace falta honestidad y valentía, si no partimos de estos conceptos caeremos en la trampa de los Milei, los Macri y esos peronistas progres que ni saben la letra de la marcha. ¿No le parece?

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