PUBLICIDAD DURA Y QUE ANGUSTIA
Por Carlos Galli.
Conforme a la publicidad, con afiches y gigantografías, aseguran que más de 2.000 millones de personas en el mundo carecen de agua potable.
En nuestro país, más siete millones no acceden a tan precioso y vital elemento.
La publicidad muestra a un niño de tez morocha y ojos orientales. Parece que los «cabecitas negras», como nos llamaban nuestra entrañable Evita, son utilizados, o USADOS para mostrar miseria, pobreza e indigencia. Me recuerda una canción, la cual al autor de la misma le preguntaban porque en las iglesias solo pintaba ángeles rubios. ¿Será que, los negros, morocho o piel oscura no son HIJOS de DIOS? Él no discrimina, ni hace acepción de personas. Es una pauta publicitaria absolutamente discriminatoria, agresiva, vergonzosa, inmunda, tan inmunda como el creativo.
El gravísimo problema es la cantidad de personas que mueren por día, por falta de algo que debería ser gratis. Es sabido que se puede vivir sin comer por un tiempo, pero es imposible sobrevivir sin beber agua.
En realidad, no se de qué me asombro, si en el conurbano bonaerense no hay cloacas, en pleno siglo XXI. Los gobernantes no se ocupan, ni se preocupan, a ellos nunca les va a faltar y hasta es muy probable que la derrochen cuando bañan sus miserias, y llenan sus piscinas. Que un niño o un adolescente o un «viejo» sea desnutrido, por no poder acceder a un vaso de agua.
Gastan fortunas en campañas políticas, llenas de promesas que jamás cumplen. Malgastar el dinero del pueblo en fiestas faraónicas con los amigos del poder. El agua para ellos, es algo secundario. Tienen otras prioridades, especialmente sus sueldos y sus dietas y cuidar la casa quinta de fin de semana.
¿Qué carajo les importa la desnutrición infantil, y la muerte de geronte?
Para la raza, porque eso son los dirigentes una raza privilegiada, el valor del prójimo vale lo mismo que un pedazo de lata herrumbrada. Un ser humano es chatarra vieja. Somos descartables. Para la mayoría de los políticos somos como un enorme basural.
Y se preguntarán, ¿Para que necesitan agua?
Una vez más tengo que caer en una frase que duele y mucho. No es un país igualitario. Tampoco que la Patria es el otro. Dicho esto, el mundo tampoco es parejo, la balanza siempre es para los ricos. Y la taba, para los pobres siempre cae de culo.
