Presidente del caos y la discordia

Por Margarita Pécora B. –
Mientras más lejos queda en el tiempo el 3 de noviembre cuando se celebraron las elecciones presidenciales en EE.UU., más se convence el mundo de que Donald Trump pasó a la historia y que el nuevo mandatario de la Casa Blanca es indefectiblemente Joe Biden, . La prestigiosa agencia de prensa Reuters y la Consultora IPSOS que estudió la tendencia en 25 países, reconocen que cerca del 80 % de los encuestados creen ganador al representante de los demócratas y ex presidente de Obama.
El sondeo realizado por Reuters/Ipsos, aclara no obstante que hay 13% de encuestados que dijo que la elección aún no se ha decidido. Por otra parte, sólo el 3% dijo que Trump ganó y el 5% dijo que no sabe. Los resultados se dividieron a lo largo de las líneas partidistas: aproximadamente seis de cada 10 republicanos y casi todos los demócratas dijeron que Biden ganó.
Mandatarios de diversos países, incluido el máxima autoridad eclesiástica del mundo, el Papa Francisco, han felicitado a Biden por su notable victoria.
Pero el único que no se da por vencido, es Donald Trump, quien sigue alentando en sus seguidores que presenten acciones judiciales para impugnar las votaciones en la Corte Suprema, y revertir el resultado electoral, centrándose en Filadelfia; y Pensilvania, de este moo ha logrado influir en el ánimo de sus seguidores de manera tan furiosa , que se les ha visto a algunos sacando papeles de los tachos de basura por ejemplo en Michigan, buscando presuntas boletas.
Pero lo más preocupante es la exacerbación de los deseos de venganza que está provocando el magnate republicano, dando origen a un denominado movimiento trumpista que responde a las siglas de MAGA ( (Make america great again) en inglés, visto como una suerte de hordas con conductas neonazis.
Pero, ¿quiénes son los seguidores del movimiento trumpista MAGA y qué quieren?
Personas que asistieron a una concentración en Detroit del movimiento fundamentalista MAGA (Make America Great Again), cuyos partidarios se están manifestando por todo el país a favor de Trump y en contra del recuento de todos los votos, narran que estas personas gritan consignas de que «Vamos a luchar hasta que ganemos». Así se les ha visto en unas de las principales arterias de Detroit donde varios centenares de personas respondían a coro como cegados por el fanatismo: «Luchar», «luchar», «luchar».
Este movimiento denominado MAGA, a favor de Trump es identificado por un nacionalismo fundamentalista religioso que se ha expresado también en el rechazo al aborto, y en defensa del acceso sin control a las armas, además ha volcado expresiones de odio hacia los medios de comunicación tildándoles de “basura comunista” o “socialista”.
Hasta representantes de la ONU han sido alcanzados por estas furiosas reacciones, cuando manifestantes han prendido fuego a una bandera de la ONU y la pisotearon a la vez, diciendo que es porque los de la ONU “son unos socialistas»Escenas evidentemente surrealistas se registran en algunos condados de los Estaos Unidos que Donald Trump creyó haber ganado y a última hora se le volearon.
Pero las urnas han hablado, no importa si el medio fue por correo, presencial o con ‘palomas mensajeras’-simbólicamente hablando, la realidad es que los votos que se contabilizan hasta la fecha conceden el triunfo al demócrata Joe Biden; y Estados Unidos está en el umbral de un cambio que deberá empezar, primero, por sanar al país que más muertos ha dejado en en el mundo, esta batalla contra la pandemia,- y luego recomponer una economía destruida, y una nación políticamente polarizada.
Los errores cometidos por la administración Trump, se focalizan básicamente en el desastroso manejo del enfrentamiento al Covid-19. Al restarle importancia, dejó que más de 10 millones de personas se contagiaran y más de 242 mil perdieran la vida; por otro lado está el incentivo al odio racial, el abuso policial, que tuvo su trágica expresión en la muerte del afroamericano George Floyd; también la tensa relación con los altos mandos del Ejército y el Pentágono tras calificar de ‘perdedores y fracasados’, a los estadounidenses que murieron en la I Guerra Mundial; la creciente polarización política de la sociedad norteamericana con una marcada desigualdad social, la política contra los inmigrantes, separando a las familias; entre otras, que permitieron a los demócratas representados por Biden, atraer el voto de las minorías principalmente afroamericanas y latina.
Mientras Donald Trump se resiste a aceptar la derrota, sigue siendo ridiculizado por las redes con memes que hieren la dignidad a cualquier ser humano, pero éste ser, no entiende que es hora de dar el paso al costado y ahora sólo se ocupa de atizar la discordia dando razón a quienes lo califican de caótico.



