Preparado el ring en terreno neutro, para el primer debate presidencial.

Por: Margarita Pécora –
Nada es esperado con tanta expectación por estas horas, como el primer debate presidencial que se producirá el domingo 13 de octubre en el salón Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral, – escenario considerado “neutro”, por su historia y prestigio en la Ciudad de Santa Fe. El público seguirá la liturgia electoral, con lupa sobre los mensajes que convertirán a los dirigentes en esclavos de sus propias palabras.
Los debates son un derecho ciudadano, no una dádiva de los partidos, por eso está bien que esta herramienta sea no solo “federal, obligatoria y por ley- según lo dispuesto por la Cámara Nacional Electoral que ya dio a conocer los nombres de los candidatos que participarán en este primer round: Nicolás del Caño (Frente de Izquierda); Alberto Fernández (Frente de Todos); Roberto Lavagna (Consenso Federal); José Luis Espert (Unite), Mauricio Macri (Juntos por el Cambio);Juan José Gómez Centurión (Frente Nos), quienes contarán con 45 segundos para presentarse sin interpelación directa entre ellos, según aclara el Reglamento sobre la dinámica del debate , además entrarán al salón y ocuparán los lugares en el escenario, según los resultados de un sorteo previo.
Cuatro temas básicos serán abordados por los candidatos:
Tema 1: Relaciones Internacionales, Tema 2: Economía y Finanzas, Tema 3: Derechos Humanos, Diversidad y Género, Tema 4: Educación y Salud.
Ya se conocen también los nombres de los periodistas que actuarán como moderadores de este primer debate: María Laura Santillán, Rodolfo Barill, Gisela Vallone y Guillermo Andino.
Esclavo de sus propias palabras.
Fue en 2015 donde por primera vez se desarrolló un debate presidencial entre Mauricio Macri vs. Daniel Scioli. Sus resultados dieron valor a las proféticas frases del filósofo griego Aristóteles cuando dejó escrito que “el hombre es esclavo de sus propias palabras…”
Las afirmaciones de Macri en aquel entonces, ripostando conceptos y respuestas de Scioli, quedaron registradas y han servido como “arma de doble filo” para el jefe de Cambiemos que cometió errores fatales, no tanto por el tono de agresividad con el que se condujo contra su adversario, sino por las 15 afirmaciones y promesas que realizó ante los casi 5,5 millones de televidentes y que no cumplió: la más letal fue: “Nosotros tenemos como objetivo económico lograr una Argentina con pobreza cero”. Hoy Macri está dejando el país con índice récord de 35,4 % de pobreza.
No se trata de salir al ring a demoler y destruir, con la intención de ganar en la exposición verbal, sino de preocuparse en ser lo que se aparenta ser, si es que se quiere gozar de una buena reputación ante la sociedad, pero esto es tema que atañe a quienes practican el coaching político para ayudar a los dirigentes no solo a exponer bien sus ideas, sino a mantenerlas firmes y a evitar los clásicos ’desvíos’ que sufren como ha ocurrido en el caso de Macri, para quien las recetas duranbarbistas le funcionaron para llegar al poder, pero fracasaron para mantenerse.
La utilidad del debate
“En cada campaña electoral surge la misma pregunta, ¿sirven para algo los debates? ¿Son importantes? ¿Cambian la intención de voto?
Evidentemente, los debates son la única ocasión de la campaña electoral en que los candidatos estarán cara a cara, sin intermediarios, en el mismo escenario, en el mismo momento y debatiendo de los mismos temas.
Son una especie de “campaña electoral exprés” ya que busca sus mismos objetivos (reforzar a nuestro votante decidido, atraer al indeciso y desmovilizar al del adversario) y podemos comparar las diferentes ofertas electorales. Por un lado, aportan información al ciudadano sobre el partido (pudiendo defender el programa electoral propio y rebatir los contrarios) y, por otro lado, nos permiten conocer mejor al candidato (verlo en acción, analizar su capacidad comunicativa y de improvisación, su fluidez discursiva, el manejo de los tiempos, su control del nerviosismo, la interacción con los adversarios políticos, el uso del lenguaje no verbal y manejo de la propia imagen, etcétera.
Los electores, pueden conocer de primera mano las propuestas y las opiniones de los candidatos sobre los temas públicos más relevantes.
Por otra parte, forman parte de la liturgia electoral, como el día de las votaciones, y ayudan a legitimar el sistema democrático. Además, debido al interés que despiertan, movilizan al electorado y contribuyen a aumentar la participación en las urnas. Por estos motivos, su celebración ya no depende del capricho interesado de los candidatos, es una Ley federal, y obligatoria, que responde a un derecho ciudadano, no una dádiva de los partidos.




