Yo quiero tener un presidente como Barak OBAMA, no será rubio y de ojos claros, pero es muy elegante y parece firme, su piel negra no destiñe a pesar de todos los condicionamientos internos. Lo veo caminar decidido con su camisa blanca y corbata, resaltando su siempre traje oscuro, para aplacar en liso una bandera plagada de colores, estrellas y bandas.
Quiero para mi país un presidente como él, que exporte trabajo norteamericano, para mantener el histórico sueño sea de confort y bienestar, que se cierre a los mercados internacionales, evitando impregnarse de productos importados que puedan limitar la mano de obra. Si no hay limones no importa, le pondremos color al agua y le daremos acidez química, no es cuestión que nos invadan con productos y frutos foráneos, ya tendremos tiempo de saborearlos cuando viajemos por el mundo.
Me encantan sus símbolos y estandartes, su coherencia, al fin y al cabo él nunca pidió el Nobel de la Paz, solo aceptó lo que le ofrecieron sin ninguna condición. Es hábil para prometer lo que sabe que la oposición en el Parlamento le habrá de negar, sabe hacerse entender en el único idioma que habla y se impone en el mundo, defiende su moneda y sus empresas, es conciente que solo puede ser reelecto una vez, pero que habrá de conservar eternamente su título de presidente.
Se casó con una mujer morena, yo en su lugar hubiera hecho lo mismo, rara vez los blancos ceden al color, a no ser cuando se inclinan a celebridades. No luce estresado ni avejentado, parece como si nunca viajara en tren sino en avión, defiende su lugar, es cortés con las mujeres, aunque algunas en su momento no lo hayan acompañado, como lo dijo recientemente.
Parece inteligente, sabe adular aún a sus expensas cuando quiere conseguir algo, tal vez no bese su bandera cada mañana, pero esos son los colores de su camiseta impregnadas en su piel, como si quisiera agradecer por la anexión e inclusión de HAWAI como Estado de la Unión solo dos años antes que él naciera.
Conoce de patios traseros y sabe administrar su casa. Está en todos los conflictos procurando siempre sucedan lejos de sus límites, si la América Central no se hubiese adelgazado casi hasta la opresión para dividir los territorios del norte y el sur, seguramente un presidente norteamericano lo hubiese hecho y OBAMA no estaría excluido de esa lista.
Sabe dominar y hacer que otros se inclinen sutilmente a él, mas cuando la sumisión es grosera sabe sonreír e incorpora al vasallo disimulando el ridículo. Es conciente que en sus territorios de ingerencia hay muchos que quisieran incorporarse a sus dominios, así lo infiere de muchos gobernantes que según dicen saben interpretar a sus gobernados.
Por todo eso y por muchas cosas más a mí me gustaría tener un patriota como OBAMA como presidente en mi país.
GARCILAZO