PODEMOS

Por Dany Wilde.
Pregunto sin ánimo de ofender, ¿Podemos dejar de aplaudir a aquellos que hacen política con el silencio, podemos ignorar a aquellos que buscan la dieta o la jubilación de lujo a través de un cargo político que se obtuvo mintiendo? Si podemos. Sigo preguntando, ¿Podemos dejar de adorar a quienes portan apellido, o a esos que dicen ser lo que no son? si podemos. ¿Podemos entender que a veces la unidad no es conveniente?, sobre todo con aquellos que nos caen mal o muy mal, si podemos. ¿Podemos dejar de votar a inútiles e ineficientes?, si podemos, es más podemos construir otras variables con las fuentes de antaño y llegar al triunfo. Hablando de podemos, en España esta agrupación ‘Podemos’ ya dio un paso o dos hacia su derecha señora.
El Frente de Todos está roto. Los dirigentes siguen proclamando hacia los cuatro puntos cardinales que unidos ganamos, divididos perdemos. Esa frase que solo es cierta en la teoría, les hacen repetir a sus acólitos y solo tratan de mantener un caudal electoral para que puedan seguir cobrando altos sueltos del Estado y nada más.
Y antes de que se enoje amigo peronista o kirchnerista le cuento que, si un equipo juega bien, y gana sale campeón, vio que fácil. Si un partido político trabaja, gestiona, se porta bien y mantiene la unidad también gana, el problema es que en el futbol no son todos equipos geniales y en la política la verdad es tan escasa como la riqueza.
El partido gobernante obtuvo las elecciones del 19 porque Macri estaba muy desgastado y la economía nunca protegió a las clases medias y bajas. Si el candidato era José, Juan o Alberto Fernández el Frente igual ganaba, porque los votos los ponía Cristina. El error de la vicepresidente fue confiar en alguien que siempre la insultó, que jamás tuvo un voto y que le costaba poco adular a la derecha. Un error aplaudido por toda la militancia. Ahora es tarde para quejarse, pero si ya sabemos que fue una equivocación no repitamos la trama del Frente con la idea de que juntos somos más.
Los votos los sigue teniendo Cristina, pero no hay que dárselos a Massa o Pérsico, Grabois o Navarro, todos clientes de la derecha vernácula, algunos pensionistas de la Embajada.
Podemos seguir equivocándonos, pero también podemos clarificar el panorama. La pregunta es ¿Cómo sería?, no es tan difícil. Primero esconder el egoísmo y sacar a flote la generosidad. Una vez que pasemos el primer paso, unir todas las agrupaciones K y construir un Frente común con los sindicatos y el Partido Justicialista y si el resto quiere integrarse muchachos, a la cola, basta de regalar votos.
Les recuerdo a los que proclaman la unidad que antes del Frente de Todos Sergio Massa no tenía ni siquiera un distrito y Alberto Fernández era secretario de Cristina. Hoy son Presidente de la Cámara Baja y titular del Ejecutivo. Y todo con los votos del peronismo, de la militancia, de los que sufren este gobierno que detesta a Cristina y se coloca al lado de Gerardo Morales y Horacio Rodríguez Larreta.
Ya la Cámpora rompió extraoficialmente con el Frente, si proclaman nuevamente la unidad es solo para una elección y no para gobernar, en una palabra, más de lo mismo. Si pretendemos mejorar exijamos un cambio y este debe ser con un líder que se haga cargo y los partidos más pequeños y los que no tienen votos atrás, muy atrás, y encolumnados. ¿No le parece?




