PATRIOTAS

Por Gabriel Princip.
El presidente dijo que la deuda externa se va a investigar. El Congreso explotó de alegría, algunos medios supieron explicarlo y la militancia contenta como renacida. En la misma semana realizó su descargo Cristina enfrentando, en vivo y en directo, a los miserables alcahuetes del poder real. Otra vez la mitad del país festejando. Entramos en campaña.
En el medio, bolsas mortuorias con Resero Bullrich a la cabeza mostrando que clase de dirigente es. En la finalización de la semana Formosa sufría una pueblada armada por la derecha. Hacía 25 años que la provincia no vivía este tipo de manifestaciones. El pueblo contra Gildo Insfrán, no, fue la causa amarilla contra el gobierno.
En las protestas de derecha la gente nunca llevó una pancarta de partido político alguno. Obedecen una ideología, la antipolítica. Banderas celestes y blancas e insultos para el peronismo en diferentes idiomas. Con esa rara sensación de creerse patriotas por el solo hecho de comprar una banderita de cincuenta pesos. Patriotas con el derecho a manifestarse, tal como lo indica la Constitución, sembrando odio y golpismo a su paso. Ellos tienen como próceres a aquellos que nunca respetaron gobiernos democráticos, ni derechos de los trabajadores. Videla, Galtieri en su momento, hoy la etílica presidente del Pro socia del mayor endeudador de la historia.
Esto es lo que pasa y pasa en tiempos de pandemia donde uno hubiera esperado que la oposición hiciera una tregua, ayude a combatir el virus y cuando la pesadilla terminara se retomaría el toma y daca de la política. Pero no, Larreta abrió todo en el pico del virus, los anti-cuarentenas alentados por la etílica solo consiguieron muertes en lugar de subir en las encuestas. Muertes desconocidas, muertes famosas como el suegro del actor Vázquez o muertes inexplicables como la médica del Hospital Fernández que no quiso vacunarse porque la vacuna era rusa. Acá la parca agradece la colaboración de Sandra Pitta sin cuyos comentarios mentirosos y perversos esta muerte no se hubiera realizado.
Estos son los patriotas, los que lucen banderas, los que mantienen procesos, los que viven de los más necesitados y los que aplauden a los endeudadores.
El presidente aumentó su imagen tras el discurso del primero de marzo. La idea de investigar la deuda le reportó ganancias pero no nos olvidemos que lo que hará Fernández ya se hizo. El 4 de abril de 1982 en plena euforia malvinense, el dirigente peronista Alejandro Olmos presentó una querella criminal por la toma de deuda externa contra José Martínez de Hoz, ex ministro del proceso y agente del Club Bilderberg. La denuncia se hizo, repito en tiempos de la dictadura. Un año más tarde Raúl Alfonsín acompañó la idea creando la comisión de ilícitos en el senado. Olmos murió en el año 2000 después de 18 años de lucha con la causa, en gobiernos democráticos. El juez federal Jorge Ballesteros dió por terminada la causa el 13 de abril del 2000. Se probaron 470 delitos pero nadie fue preso porque la causa prescribió.
No hubo marchas populares acompañando a Olmos ni críticas a Alfonsín por colocar de ministro a un agente de FMI, como Juan Sourrouille y menos hablar con Menem o De la Rúa sobre el tema. De todas maneras el peronismo, salvo Menem, jamás tomó deuda. Las comisiones y toma de deuda son patrimonio de la derecha al igual que la cesación de pagos. Hubo cinco quiebras en 1827, 1890, 1982, 2001 y 2019, casualidad o no cinco veces quebró el país y nunca de la mano del peronismo.
Por eso los patriotas que compran banderitas, sigan a quien quieran pero lean, estudien porque siempre defienden, alientan a quienes lo conducen al suicidio colectivo. Son antiperonistas y no saben porque, y votan a quienes jamás los tienen en cuenta salvo para saquearlos, así que menos banderita y más estudio, ¿no le parece?




