Paul Singer, el juez Griesa y el gobierno son los sustantivos más mencionados en los últimos tiempos. Macri, se mostró ávido de abonar dólar por dólar el reclamo de los fondos buitres, hoy llamados holdauts.
El presidente mandó un mensaje concreto al parlamento: el gobierno necesita en forma rápida solucionar el tema. Para eso, el rebenque y la billetera que se le criticaba a Cristina volvió a aparecer en escena.
Los gobernadores dieron órdenes precisas a los diputados y senadores para acompañar esta medida y que de ésta manera Macri les habilite los morlacos tan necesarios para sus economías.
Con plata en mano un gobernador termina una obra, un intendente asfalta una avenida y un concejal ordena cubrir un bache. Claro que hay un pequeño detalle, el asfalto costará la entrega total del país. Históricamente el FMI condenó a los países latinoamericanos, ¿Por qué ahora no lo haría? Los fondos buitres siempre se aprovecharon de nosotros, ¿Por qué ahora no? Y el endeudamiento fue siempre negativo para la Nación, ¿Por qué ahora sería positivo?
La disyuntiva del peronismo es preferir la patria al asfalto. “Con la resistencia no alcanza, sin contraataque no hay victoria”, dijo John William Cooke. Y el peronismo hoy carece de contraataque, de ataque y le sobra la oposición inteligente. Tan inteligente que parece oficialismo.
Y ese no es el camino. Pretenderá ganar tiempo y terreno para reorganizarse, intentará agradar a la clase media, no sabemos. Si se puede decir que el peronismo dividido solo colabora con el oficialismo.
Néstor Kirchner dijo alguna vez que “la clase media tiene que darse cuenta que nunca va a encontrar la solidaridad de la oligarquía argentina” y hoy tiene un partido que los representa y son gobierno. Es más, hoy el país va camino a ser una factoría y como decía Cooke: “en un país colonial, las oligarquías son las dueñas de los diccionarios”.
Hoy el Congreso transita a reemplazar con leyes los DNU. El estado de obediencia debida en el parlamento es hasta llamativo. Paul Singer habrá ido a conseguir el mejor champán para celebrar cuando pueda cobrar lo que no trabajó ni prestó.
José Ingenieros, en los principios del siglo XX, decía “la costumbre de obedecer engendra una mentalidad domestica”. La actualidad le da la razón al filósofo argentino.
Pero la patria no se construye con obedientes ni con entreguistas, se hace con valientes, con lucidos, con quienes piensen en un sentido colectivo encuadrado en un proyecto nacional y eso no es Macri ni este raro PJ.
Néstor decía: “No habrá cambio confiable si permitimos la impunidad. Rechazamos de plano la identificación entre gobernabilidad e impunidad que algunos pretenden”.
Hoy, la billetera presidencial nos muestra la impunidad. Nos hace ver como un gobernador cambia la bandera por una cuadra de asfalto, hoy Macri nos muestra el egoísmo y la miseria política. Nos detalla como importa poco y nada el pueblo haciendo eje en la entrega al imperio. Hoy el presidente es sinónimo de individualismo y cobardía política y eso no falta para el engrandecimiento de una nación. Si hacen falta hombres como aquellos que ya no están o como decía Bertol Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son imprescindibles”.