Elisa Carrió despotricó contra el Papa por el regalo que este le hiciera a Milagros Sala. En consonancia los principales medios del stalinista Magnetto también criticó a Francisco. La grey católica perteneciente a la opinión publicada hizo causa común con estos personajes. País raro el que vivimos.
Por primera vez en la historia la Argentina tiene un Papa. ¿Y quienes están en contra del Sumo Pontífice? Los medios de comunicación, la derecha, la iglesia católica y todo aquel que entienda que el catolicismo es el brazo espiritual de la derecha corrupta y asesina.
Francisco halaga a Milagro Sala porque sabe quién es y no cae en la trampa de la mentira por la mentira misma que instalan los medios dominantes. El Papa cumple con los diez mandamientos y con la esencia del cristianismo. Al tiempo que no le interesa el poder clerical como buen jesuita que es.
Cuando se iniciaba su mandato como Sumo Pontífice los medios y los dirigentes que hoy lo critican se deshacían en elogios por la austeridad y la humildad del hombre de Flores.
Todo cambió cuando la presidenta fue recibida en varias oportunidades por el líder religioso. La primera vez que se encontraron frente a frente, el sistema de medios justificaba esta reunión con la metáfora de Jesús y María Magdalena.
Cuando las reuniones se sucedían, el Papa pasó de la tapa de los principales diarios a la página 31 y a veces.
El neoliberalismo comanda el universo y tiene sus reglas. Y en ella la religión entra cuando se amolda al sistema. Un Papa conservador que rece por los pobres pero que no mezcle con ellos es victoriado. Pero este Papa que entiende al poder para servir a las mayorías, a los marginados, a los pobres y aquellos que necesitan, no es bien visto por el poder real.
Elisa Carrió forma parte del poder real. Su sueldo no es solo la dieta de diputada, también ingresa en su caja de ahorro algunos dólares provenientes de una ONG que pertenece al partido republicano. Sus amigas Estensoro, Bullrich y Alonso también comparten la nómina de asalariados en dólares.
Y la paga es por crear el caos en la Argentina. Cobran por hacer del conflicto una forma de vida. Apareciendo en los medios insultando, mintiendo y hostigando hasta al mismo Papa pero con la cruz colgada.
Hoy Francisco es una piedra en el zapato del poder real. Y el sistema así lo entiende. Lamentable es el accionar de dirigentes que se niegan a exaltar las bondades de Francisco tan solo porque está cumpliendo con su función clerical y esta es junto al pueblo y no ser el alcahuete de las corporaciones supranacionales.