Cuba, la mayor isla del Caribe, es uno de los puntos geográficos donde se teje una historia muy particular en medio del combate mundial contra la pandemia. Allí el Covid-19 no resulta más letal para sus más de 11 millones de habitantes, que el impacto del criminal bloqueo comercial y financiero, que ha recrudecido el gobierno de Donald Trump para exterminar a ese pueblo por hambre. De esto habló con Comunas la periodista cubana Margarita Pécora.
“Lograr el distanciamiento social en la Cuba de los cariñosos abrazos al extranjero, no importa de donde venga, ha sido un verdadero desafío que el gobierno de Miguel Díaz Canel, tuvo que enfrentar con medidas drásticas, cerrándolo al turismo que es la fuente principal de su economía. En las playas de arenas como talco, de Varadero y de los encantadores cayos, ya no se ven ni las huellas de los turistas, y te puedo asegurar que muchas han recuperado su virginidad” -comenzó describiendo la colega-.
“Hoy jueves se reportó un total de 27 fallecidos por el Covid, 2 mil 629 personas se mantienen en hospitales bajo vigilancia clínico epidemiológica y alrededor de 6 mil son vigiladas en sus propios hogares desde el sistema de Atención Primaria de Salud”.
“Pero describir el impacto de la pandemia en Cuba, me obliga a contarles que los cubanos no sufren tanto por el coronavirus, como por los efectos del criminal bloqueo que Estados Unidos ha reforzado, para exterminar a 11 millones de personas, por hambre. Los alimentos escasean, también los productos de higiene personal, y Cuba tiene que echar mano nuevamente a la libreta de racionamiento para distribuir lo más equitativamente posible lo poco que se ha podido producir o importar”.
“Hablo de una pequeña isla caribeña, ubicada en las narices del país más poderoso del mundo, al que Donald Trump, con medidas cada vez más demenciales, la intenta doblegar por hambre mientras desacredita la ayuda médica internacional y los maravillosos productos de la biotecnología, como el interferón Alfa-2B recombinante que ha demostrado su eficacia contra virus similares al Covid-19”.
“Y es así, -sostiene la colega-, porque 15 países del mundo ya lo han solicitado para paliar la crisis por la epidemia -tengo entendido que Argentina lo incluye en sus protocolos-, y especialmente ha sido seleccionado junto con otros 30 medicamentos para tratar COVID-19 por la Comisión Nacional de Salud de China”.
“Desde este país insular, han salido varias brigadas médicas a ponerle el pecho al trabajo que pocos médicos quieren hacer, en las salas de urgencia donde la gente se bate entre la vida y la muerte. La primera de esas brigadas se mantiene en Lombardía, el foco más peligroso y latente del virus en Italia, donde están ayudando a salvar vidas”.
“Estados Unidos comete un crimen -precisa en su comentario la periodista cubana-, y lo saben sus funcionarios cuando, al atacar en medio de una pandemia la cooperación internacional que brinda Cuba, se propone privar a millones de personas del derecho humano universal a los servicios de salud. La dimensión de la actual crisis nos obliga a cooperar y a practicar la solidaridad, incluso reconociendo diferencias políticas”.
“El virus no respeta fronteras ni ideologías -esto ha declarado la cancillería cubana-. Y es bueno que lo sepa el mundo, que el peor flagelo para los cubanos es hoy, el bloqueo comercial económico y financiero que le impone Estados Unidos” -subrayó finalmente-.
