ONCE HORAS
Por Carlos Galli.
Mi esposa estuvo esperando ONCE HORAS, para ser atendida (y no la atendieron). Vómitos, diarrea, con temperatura 38,9°, y un temblor permanente. Su vientre inflamado, como si tuviera un embarazo de nueves meses. Algo imposible, mi amada esposa tiene 65 años.
Pasaban las horas, y seguía esperando. Seguía la temperatura, seguía el temblor, tal vez producto de la fiebre.
Se acercó un administrativo, y nos dijo que en 15 minutos la atendían. Pasaron tres horas más. Cuando fui a ver al administrativo, me dijeron que ya había terminado el turno. A quien lo reemplazó, le di el nombre y apellido de mi esposa, y me contestó sin sonrojarse, que no estaba anotada en la lista de guardia, y que por eso no la atendían. La anotó y pasaron dos horas más. Y nunca la llamaron de ningún consultorio externo. Volví a preguntar, y el mismo empleado me dijo que estaban cambiando la guardia, que en unos minutos la llamaban.
Pasó una hora quince, y seguíamos esperando. Mientras tanto, seguía la diarrea, los vómitos y la temperatura había aumentado a 39,1°.
Miré el reloj, y ya hacía diez horas que estábamos esperando ser atendidos. Parecía que éramos invisibles. Mi esposa con sus pocas fuerzas, me pidió volver a casa. Y así hicimos, nos volvimos después de una larga espera de once horas.
Estimados lectores, ustedes se preguntarán si estuvimos en un hospital público. NO, estábamos en un sanatorio privado.
Esto que nos ocurrió fue en SANATORIO ANCHORENA de la localidad de SAN MARTIN, Provincia de Bs. As., a cuadras de la General Paz y Av. San Martin.
El edificio visto de afuera parece el HILTON HOTEL.
Mi esposa, que cobra una jubilación de $32.000, es para pagar la cuota mensual al sanatorio mencionado, a través de ACCORD SALUD.
Vivimos con mi jubilación y la inmensa ayuda de mi hijo Emiliano.
Pero el personal administrativo sin ningún valor humano. De los profesionales de la medicina, ignoramos su capacidad profesional, porque no la atendieron.
Andrés Rodríguez debería tomar nota de lo que sucede en el SANATORIO ANCHORENA de San Martin, porque usted Secretario General de UPCN, es la cabeza del mencionado Sanatorio.
