NOS SIGUEN DOMINANDO

Por Dany Wilde.
La dominación del continente americano fue en principio por el reino español, luego el inglés y hoy la doctrina Monroe y las corporaciones transnacionales son el eje dominador sobre América. Raúl Scalabrini Ortiz, quien falleció en 1959, dijo que: “El primer arma de dominación económica es el empréstito. La segunda es el dominio por las vías marítimas comerciales. En ambas, Inglaterra descuella”.
Lo sabía Rivadavia, Lavalle y toda la derecha conservadora del siglo XX hasta nuestros días. También Perón supo de esta idea por esa razón pagó la deuda de Rivadavia, optimizó la economía argentina y prestó a países europeos. También Néstor pagó al igual que Isabel. El resto acordó con Scalabrini y endeudó a más no poder al país.
A pesar de haber cambiado el país Perón, la historia no lo acompañó. El modelo nacional en cualquier etapa del peronismo no fue seguido por los conservadores y menos aún por la clase media. Esta clase se benefició con los derechos que el general implementó pero el agradecimiento solo apareció en las clases bajas. La historia nunca ayudó.
El pensador nacional Scalabrini Ortiz afirmó que: “La historia oficial argentina es una obra de la imaginación en que los hechos han sido consciente y deliberadamente deformados, falseados y encadenados de acuerdo a un plan preconcebido que tiende a disimular la obra de intriga cumplida por la diplomacia inglesa, promotora subterránea de los principales acontecimientos ocurridos en este continente”.
De esta idea nacional se desprende que el golpe contra Perón en 1955 no fue porque el General quería que el argentino se divorcie o la inflación momentánea, sino que dejara la puerta abierta para la entrada del Fondo Monetario Internacional. Hecho que ocurrió en 1956, año de una inflación enorme que no importó. Un país sin deuda comenzó a endeudarse. Tampoco Yrigoyen cayó por la pobreza o un mal gobierno sino por la estatización del petróleo. Illia no se fue del gobierno por el entredicho con los laboratorios, sino porque tampoco quería un préstamo del FMI al igual que Isabel y Cristina. ¿Se va entendiendo la historia? Esa que deformó Mitre. Que nos hizo creer que Sarmiento iba al colegio hasta los días de lluvia y en San Juan en esos momentos llovía una vez al año. Que Rosas era un perverso porque no negociaba con Inglaterra. ¿Se entiende? Que Perón dejó entrar nazis en la Argentina cuando en 1930 había 150 mil nazis afiliados. ¿Se comprende? Y siempre tuvo mucho que ver la prensa. Hoy con las redes sociales, ayer con el diario o la radio, pero siempre fue cómplice.
Scalabrini dijo que: “La prensa argentina es el arma más eficaz de la dominación británica. Es un arma traidora como el estilete, que hiere sin dejar huella. Un libro permanece, está en un anaquel para que lo confrontemos y ratifiquemos o denunciamos sus afirmaciones. El diario pasa. Tienen una vida efímera. Pronto se transforma en mantel o envoltorio, pero en el espíritu desprevenido del lector, va dejando un sedimento cotidiano en que se asientan las opiniones. Las creencias que el diario difunde son imbatibles, porque el testimonio desaparece”.
Scalabrini Ortiz murió en 1959. Su pensamiento y su opinión parecen escritos en el día de ayer. El argentino promedio cambió su manera de vestir o su herramienta para comunicarse, el resto sigue igual. Pasó Perón, Néstor, Cristina y todavía un cuarenta por ciento de la población adhiere a Rivadavia, Patrón Costa, Videla o Macri. El imperio sigue pagando grandes salarios a políticos mercenarios y a intelectuales alcahuetes que siguen insultando y entregando a la patria. ¿No le parece?




