NOS FALTA PASIÓN
Por Gabriel Princip.
Tenemos un presidente que lo único que transmite es inseguridad, bostezo y aburrimiento. Una selección de fútbol con integrantes millonarios, pocas ganas y aplauso fácil. La política se dirime con candidatos que solo transmiten adjetivos calificativos. La gente arrastra los pies cuando va a trabajar o a una fiesta, en una palabra, falta pasión en este país cuya única aspiración es aplaudir a ídolos de barro.
La épica del 17 de octubre pasó a la historia. Hoy la gente corta una calle por aumento de un plan o porque se cortó la luz. La historia de los próceres ni siquiera está en Billiken, porque este cerró. Los grandes descubrimientos argentinos sabemos que existen porque consultamos Google y elegimos un presidente como si jugáramos a papel, piedra y tijera.
Un país sin pasión es como hablar de fútbol sin Maradona. Hablar de Lgante es como creer que Beethoven era mudo. Aplaudir la última de Darín es como cortar los fideos, o sea vivimos porque respiramos y nada más.
Alguna vez existió Perón, Evita, hoy hablamos de Milei. Cantaba Tita Merello o Violeta Rivas, hoy es Tini Stoessel. Balbín y Frondizi fueron opositores al Peronismo, hoy es Macri. Jugábamos a la payana, al truco y nos reuníamos a charlar, comer y salir a bailar, hoy nos juntamos para jugar a la play. Paren el mundo que me quiero bajar. Decadencia pura sin alegría, sin pasión.
Volvamos al tiempo que el osobuco, la entraña y el perejil se regalaban y no ahora que son caros por ser cortes gourmett. Volvamos a aplaudir a jugadores argentinos que juegan en clubes argentinos y ganan mundiales y basta de millonarios corporativos sin ganas que caminan la cancha. Basta de play, de elegir el menos malo y votar porque el otro es peor. Volvamos a la Unidad Básica, a la convicción y a la felicidad de ayudar al otro porque ese es la patria. Volvamos a la épica, a la pasión, a transpirar una camiseta y a gritar si es necesario, volvamos a la felicidad. ¿No le parece?
