NO HAY CALIFICATIVOS
Por Dany Wilde.
Enfermos y más enfermos. Contagiados y más contagiados. Muertos y más muertos. Médicos y enfermeros sin franco y sin reconocimiento. No hay oxígeno, no hay insumos, la esperanza pretende realizar una huelga por tiempo indeterminado, los mapas argentinos todos rojos, rojo de muerte, rojo de vergüenza. Esto pasa, pasó y pasará. El peor momento del año pasado se triplicó. Y mientras las lágrimas no alcanzan, las palabras sobran y los miserables discuten la escuela, la vacuna, el plan económico. Si Alberto es bueno, malo, feo o lindo. Recorren los canales propalando el mensaje de la muerte, buscando de todas las maneras posibles quebrar el plan sanitario para ganar una elección legislativa o quizás para intentar un golpe blando.
El señor muerte lo lleva en la sangre. Su bisabuelo fue canciller de dos gobiernos entreguistas como el de Manuel Quintana y Figueroa Alcorta y se opuso al voto secreto. Su abuelo fue procurador en la Década Infame. Su padre funcionario de Menem, y le dio una manito para traficar armas. El se encargó de Favaloro y Mauro Viale, es Rodríguez Larreta el mismo que el año pasado decía que “los chicos a casa” y hoy dice “los chicos al colegio”, un miserable al igual que aquel que lo vota.
Los calificativos se van gastando sobre todo con la montonera etílica. Mató militares en los setenta, entrego compañeros en la llamada Contraofensiva del ´79, quitó el 13 por ciento a los jubilados, fue responsable que 43 gendarmes murieran en una accidente porque temía que Milagros Sala se escapara, por hacer un operativo antidroga trucho, murió un gendarme en forma extraña, provocó la muerte de formoseños con su operativo en el norte del país, además ordenó a Buryaile hacer una manifestación en Paraguay y con ello aceleró la muerte de muchos paraguayos. Es capaz de entregar las Malvinas por quedar bien con BlackRock el dueño de Pfizer, la vacuna que negoció con Chile, le cobró y no se entregó. Lo mismo hizo en Brasil y parte de Europa. Ella es Pato, Carolina Serrano o la señora muerte.
Miles de argentinos ya murieron. Otros siguen internados. Algunos piden el celular para despedirse de la familia porque sienten que es la hora de partir. Los enfermeros los asisten y todavía son administrativos. La parca se estacionó en el país, en nuestro país, pero no en el país de Lanata, Bullrich, Carrió, Macri, Larreta. Ellos tienen otro país, eso sí, hacen plata aquí en el país que detestan y llevan a la muerte.
Desde este micrófono no estamos para cambiarle la visión a Larreta, Macri, Lanata y sus secuaces. Acá estamos para distribuir la verdad, para ayudar a los nuestros y para decirles a aquellos que colaboran con un voto a estos cipayos que son cómplices de estos delincuentes. Son cómplices de la muerte y por sobre todas las cosas son suicidas a tiempo completo, ¿no le parece?
