NEUTRO, INSÍPIDO E INCOLORO

Es común que periodistas molestos por que noten los hilos que los dirigen sentencien “el periodismo en la tele está muerto, hoy la gente prefiere otro tipo de formatos”. Las mejores mentiras, o falacias en términos libertarios, tienen que comenzar con una premisa verdadera. Hoy la sociedad, y más aún, la más joven prefiere pasar más tiempo en otros soportes que en la televisión.
Por Wally Crock.
Ahora bien, no es verdad la conclusión de que el periodismo en tele muera por este motivo, más bien se da por el escaso contenido que ofrece la pantalla.
El ex Presidente Mauricio Macri comenzó un raid televisivo que contó con las entrevistas de Morales Solá y Viviana Canosa. Uno fue el censor de Caloi durante la dictadura en Clarín, la otra dijo en plena pandemia que el dióxido de Cloro le hacía bien.
No es la TV, son los interlocutores. Cada vez el círculo de las amistosas entrevistas es más cerrado.
Excepto contadas ocasiones, las respuestas de los entrevistados son lo importante. En el caso que se entreviste a Maradona, cualquier cosa que diga el Diego era relevante y por eso el mensaje podía pasar a segundo lugar. Nunca la importancia debe ser asumida por el periodista.
La Vivi en uno de sus interminables prólogos a las preguntas complacientes pidió “sacar a patadas en el culo” al kirchnerismo.
En primera medida, no pareciera correcto referirse en esos términos por un cuidado de las formas en un medio masivo. Segundo, no está mal si ella lo piensa y lo habla en un café pero demuestra que la baja en audiencia no es del medio sino de la calidad basura que se ofrece. También por no admitir sus preferencias, y juzgar peyorativamente como militantes a quienes igual que ella tiene un pensamiento pero con un lenguaje más florido.
Así vimos a Santiago del Moro llevar a todos los candidatos opositores desde principios del 2015 para hablar pestes del gobierno sin repreguntas bajo el lema “todas las voces, todas”, y cuando estos ganaron las elecciones y fueron oficialismo el conductor pasó a estar en programas de cocina, y evitó cualquier referencia política.
Hay una militancia explícita, paga o genuina.
Finalizando esta editorial, y siendo coherente con que la importancia no está nunca en el periodista cabe la pregunta, ¿Por qué en ningún momento se menciona en esta editorial las respuestas de Macri?
Porque uno sabe que el domador de reposeras miente, lo grave es que bajo un manto de neutralidad muchos periodistas que le hacen el juego para que mienta tienen diálogos profundos con Alberto Fernández.
Es así como el Presidente habla de las retenciones del campo que nunca llegaron en un programa con María O´Donnell, una mujer “apolítica” que no tardará media hora en destrozarlo. Hace notas con alguien que no se casa con nadie como Tenembaum, y offs (charlas en privado) con el director de política de Infobae, Román Lejtman, para que el medio esmerile la figura de Cristina y el kirchnerismo en su conjunto.
Sin ir más lejos, la propia Canosa dijo que una noche no pudo dormir porque Alberto la había amenazado por mensaje de texto.
Un buen asesor presidencial es aquel quien le saca el teléfono y la guitarra, para alcanzarle el bastón de mando. Dice querer sacar leyes pero la oposición no lo deja, o los medios no lo apoyan, de tanto querer y no poder parece radical. A priori, ningún problema con ello, es una fuerza política centenaria, lástima que no sea la que le dio mayoritariamente los votos por los que hoy gobierna.
Falta un año para las elecciones, y ciertamente el macrismo es lo peor que le puede pasar a una sociedad que busque ser socialmente justa. Sin embargo, Alberto no estaría siendo su antagonista y eso es preocupante. Si no estás con nosotros estás en contra, y el Presidente no se sabe con quién está.
El Dante en la Divina Comedia dice «El infierno tiene su rincón más oscuro reservado a aquellos que, en tiempos de crisis, se declararon neutrales»




