Lleno completo en el bar Causa Nacional. El comando Celestial marca el territorio de una nueva reunión. En el bar, sillas desparramadas, botellas de grapa, termos y humo sobre las tacitas de café.
Los parroquianos de siempre rodean a quienes debaten en el día de hoy. Los habitantes del pensamiento nacional, Perón, Evita, Sandino, el Che, Cooke, Yrigoyen, Discépolo y Manzi prestan sus oídos en dirección de la mesa central donde se han sentado Néstor y Raúl.
-Impensado lo que está viviendo nuestra patria, ¿no, Raúl?
-Pensar que yo hice campaña con el prólogo de la Constitución y ejemplificando que con la democracia se come, se educa y se cura. Hoy todo esto parece ficción. No puedo creer lo que hace la derecha, como lastima a nuestra gente.
-Yo sí lo creo, no se olvide de la fusiladora, estos son los hijos legítimos de Lonardi, Aramburu y Rojas. Pobreza, más inflación, más falta de consumo y persecución ideológica. Igual que en el 55´.
-Cierto Néstor. Mirá que me cansé de decir que es preferible perder que aliarse a la derecha y así me recuerdan. Me usaron. En nombre mío consiguieron votos para llevárselos a la derecha y que ellos empobrezcan y entreguen un pueblo.
-¿Sabés lo que pasa Raúl? Que los compañeros o los correligionarios sin aspiraciones de liderar usan las figuras consagradas, la nuestras para sus pequeños negocios y sus grandes miserias.
-No me lo digas a mí, ¿Sabés la cantidad de abrazos traidores que he recibido? ¿Te cuento o ya los sabés?
-¡Como no lo voy a saber!, De la Rúa te uso y así lo pagó. Antes quiso hacerlo Angeloz y no tuvo éxito y ahora Sanz y la gorda. Entre los dos hicieron el negocio, dejaron a la gente afuera y le dieron el poder a la derecha. Lo más lindo que ellos son los que te hablan de moral, ética y todos esos conceptos vacíos que solo sirven para justificar un modelo que hambrea a nuestros paisanos.
-La pregunta es, ¿Podemos hacer algo nosotros?
-Desde acá solo podemos inspirar en algunas cabezas pero creo que en pocos dirigentes.
-¿En quiénes?
-Y, Cristina, los curas de la opción por los pobres, el Papa, en realidad no hay muchos Raúl.Yo creo que debemos influenciar en la gente. Tenemos que hacer llegar nuestro espíritu a las almas que respeten el pensamiento nacional, que se emocionen con Evita, con el General, con nosotros, con ellos tenemos que estar. ¿Entendés?
-¿Cómo no voy a entender? Las bases tienen que reaccionar, tienen que desbordar las conducciones que solo van al negocio y tienen que hacerlo rápido porque se los llevan puestos.
-Mirá Raúl, contamos con la juventud, algún intelectual, parte de la clase media y clases bajas. Hace falta alguien que los conduzca.
-Néstor, “es la hora de los pueblos”, como diría el General. Es a todo o nada.
En ese momento todos aplauden a rabiar. Perón llama la atención para agregar:
-Raúl es cierto, es la hora que todos empiezan a despertar. La derecha te durmió, pero el pueblo no es tonto es hora de la reacción popular.
-Raúl, el General tiene razón. A pasar la voz y empezamos a bajar e influenciar a las cabezas adecuadas.
-Es cierto, no hay que esperar más. Hicieron mucho daño y quieren seguir con este estilo nada solidario, empobrecedor y entreguista. Muchachos, ¡bajemos y comencemos la campaña!
-Así se hace Raúl, todos unidos triunfaremos.