En la década del 90 era habitual escuchar a la futura ex diputada Elisa Carrió declarar que su límite era Macri, la mafia. El clan Macri usualmente es calificado con este sustantivo, y razones no faltan. Compitieron en las últimas elecciones usando todo tipo de artimañas, desde los trolls hasta votar a Cristina y su intendente o prometer plata por voto. Pero su máxima expresión fue el manoseo de un resultado poco creíble. Resultado que favorece el control legislativo pero que sabremos la verdad exacta el 5 de noviembre con el recuento manual.
Mafia, mafioso siempre estos conceptos rondaron al prescindente. Su pertenencia es la Ndrangheta, cuyo origen histórico es la región de Calabria, Italia, y es uno de los eslabones de la mafia más desconocido, pero a la vez más relevante de Occidente. También llamada la Santa. En el siglo 19 se reorganiza incorporando algunos ritos masones en las últimas décadas, y por esto se la conoce también como “La Santa”. Según reza en la obra de Jorge Beinstein y Daniel Cieza “El lado oculto de la familia Macri”: “hoy lidera el tráfico de cocaína entre América y Europa, la trata de migrantes laborales en el sur de Europa, y el lavado de dinero en muchos países. Este verdadero holding del crimen organizado maneja ingresos fabulosos, en estimados en 50 mil millones de euros anuales, en la región más pobre de Italia. Su desarrollo en más de 150 años se sustenta en mantener una estructura basada en lazos de parentesco y un fuerte secretismo. Dados los lazos de sangre de sus miembros, es la mafia con menor nivel de delaciones”.
Esto desarrolla el libro sobre la familia. Podemos encontrar cierta lógica en lo que expone la obra y Macri. Sí, se puede. El Papa Francisco recibió al prescindente con mucha delación, espera y pocas ganas. Si sabemos las características masones de Mauricio. El masón odia al catolicismo y cree en Lucifer. Macri no sabe hacerse la señal de la cruz y recurre a la Iglesia cuando su carrera política lo requiere. Ni hablar de su modelo económico anti humanista y menos cristiano.
Sobre la mafia y sus negocios, también podemos hallar coincidencias. El lavado se prueba con los Panamá Papers y se certifica con Flybondi entre otras cosas. En la Argentina hoy no existe una lucha contra el narco sino una interna para ver quién se queda con la clientela, podemos certificar esta afirmación, si se puede. Sino explique el gobierno el caso del policía muerto en Avellaneda por la misma policía y se cerró el caso. También debería explicar los pases de los jugadores de Boca donde había millones pocos claros o la inversión en construcción y en negocios a pérdida pero introduciendo dinero negro en el sistema.
De acuerdo a algunos investigadores italianos, la Argentina tendría el sorprendente papel de ser el primer país en América donde esta estructura mafiosa tiene una presencia invisible en el poder ejecutivo de la nación y capturó, por un tiempo, una parte del estado.
En el libro de Beinstein se lee: “dentro de la Ndrangheta se menciona varias veces al clan Macri también llamado el Grupo Siderno. En este sentido, esta familia tiene su raíz histórica en Calabria. No es casual que a Mauricio lo llamen el calabrés en el mundo empresario”.
El clan Macri en la Argentina lo inicia Giorgio Macri, el abuelo que llega a nuestro país en 1946 y muere en 1970. Según Luis Majul “con un pasado oculto”, según Laura Di Marco “un hombre de las letras y socialista”, según la historia probada el abuelo se formó una empresa constructora con nexos en la Ndranghetta y apoyando al gobierno del Duce. De hecho, se casa con la hija de un funcionario de Mussolini, participa de la colonización de Libia, de la muerte de miles de africanos fusilados y del negocio con el fascismo. Conoce en esa estructura política a Agostino Rocca, quien dirigió Dálmine Siderurgia en la Argentina.
La biografía es más extensa pero también oculta. Majul destaca que un hombre como Franco Macri no pudo hacer fortuna en forma rápida como siempre se explicó contando con la ayuda de su padre y sus nexos mafiosos.
La historia de los Macri es más larga pero sus características parten de un solo lugar, la mafia. Por eso no extraña, la entrega del país, sus negociados, la muerte rara de dos jueces, uno llamado Nisman que lo denunció por las escuchas ilegales y su último éxito las elecciones 2019 y la derrota digna.
