NADA DE NADA

Por Gabriel Princip.
Fue claro y contundente el candidato Alberto Fernández, “Quiero ser presidente para cerrar la grieta”. También dijo que entre “los bancos y los jubilados, yo me quedo con los jubilados”. Agregó que iba a investigar la deuda y la justicia volverá al país.
Nada cumplió. Fernández sucedió a Macri quien en campaña prometió que todo lo bueno lo dejaría y que solo haría algunos cambios. Solo mintió y robó, y con Macri se puede probar el saqueo, amigo amarillo, porque declaró que el préstamo del FMI fue a parar a los bancos y además concretó otra deuda por cien años. No hace falta investigar más. Con esto es suficiente.
Para la próxima campaña Mauricio anticipó que habrá reformas estructurales y todo lo que no hizo antes lo hará ahora, pero más rápido. Reforma laboral, jubilatoria, más ajuste y menos empleo. Quizás no sea él el candidato y lo reemplace Patricia Bullrich. Palabras más, palabras menos anticipó un corralito, más ajuste y quizás convertibilidad. Larreta también puede ser presidente, él solo prometió alineamiento al imperio.
Al menos la derecha, esta vez, no mentirá. Del otro lado, el Frente de Todos solo garantiza que será menos malo. La deuda no se tocará, la candidata no será Cristina tampoco Alberto y quien sea y se transforme en presidente será un continuismo de este mal gobierno.
¿Entonces que elegimos? El malo o el peor. Ya nos dimos cuenta que esta democracia republicana no sirve absolutamente para nada. Tener relaciones carnales con el imperio solo nos depara pobreza. Cumplir con el FMI es asegurar el ajuste y la decadencia. Votar a impresentables que se escudan en la foto de Perón y Evita solo sirve para que ellos aumenten sus cuentas corrientes. Elegir a la derecha por estar en contra de alguien que no se presentará, solo servirá para empobrecernos con mayor tristeza.
La pregunta es ¿Cuál es el camino?, ¿Cuál es la solución? La respuesta es encolumnarnos en otro eje mundial o elegir otra herramienta política. El cuento de la república es útil solo para la oligarquía. Jauretche decía que la república era la patria chica, la de las instituciones, del sistema, de la iglesia, pero nunca del pueblo.
Seguir visitando la Embajada es pasar vergüenza una y otra vez. Estados Unidos solo nos presta plata para colonizarnos. Somos el patio trasero y no hay esperanzas de dejar de serlo. Somos cadetes de un imperio que más temprano que tarde caerá por toda la cuenta. Hoy Rusia vence en la guerra con la OTAN y China espera su momento porque supera en todo aspecto a la tierra de Biden. Tiene más población, mayor producto bruto, menos deuda, mayor capacidad económica y militar solo falta que su líder diga: avancemos para derrotar a los marines.
Por eso dejemos de preocuparnos por el candidato o el partido, si el eje es el mismo, que gobierne Dios que no habrá diferencia, si la herramienta política sigue siendo una democracia republicana sepa usted que el futuro será peor al presente. La única alternativa del pueblo es no votar a la derecha y esperar que alguna vez la tierra de Superman caiga por toda la cuenta. ¿No le parece?