Murió el físico que acercó a Milei a Silicon Valley
Fue en un accidente de escalada que murió el físico y emprendedor argentino.

Junto a Demian Reidel, actual presidente de la empresa que administra las centrales nucleares de la Argentina, había contribuido al acercamiento de la comitiva argentina a la meca tecnológica de Estados Unidos

Matías “Mat” Travizano, un joven físico y emprendedor argentino, que fue clave en las reuniones y contactos del presidente Javier Milei en los Estados Unidos, falleció este sábado a los 46 años, en un accidente de montaña.
Según le confirmaron a este medio referentes locales del ecosistema emprendedor, Travizano estaba entrenando para escalar el Mont Blanc, la montaña más alta de los Alpes europeos, en California. En ese contexto se habría dado el accidente que terminó con su vida. El ascenso lo iba a hacer, según trascendió, junto a otros empresarios, entre ellos su amigo y también reconocido emprendedor argentino, Emiliano Kargieman, fundador de Satellogic. Por ese viaje había declinado participar del Foro Argentino de Inversiones que organiza a fin de mes la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP).
De hecho, un comunicado del gobierno de mayo de 2024 sobre la visita que ese mes el presidente hizo a Silicon Valley mencionaba a Travizano y Reidel como “asesores presidenciales”.
“Muy consternado por la noticia del fallecimiento de Mat Travizano. Un emprendedor visionario, un generoso conector del ecosistema argentino y latinoamericano con Silicon Valley, y una persona que dejó huella en todos los que lo conocimos. Tuve el honor de acompañarlo como inversor en GranData y de compartir parte de su pasión y visión. Su legado seguirá inspirando a muchos emprendedores en nuestra región. Un abrazo enorme a su familia y seres queridos en este momento tan doloroso”, posteó esta noche en X Ariel Arrieta, del fondo de inversión NXTP.

Travizano fue fundador de Grandata, una empresa de bigdata y análisis basada en California, una de las más prominentes de origen argentino entre las pocas instadas en Silicon Valley. La vendió en noviembre de 2024 a Everdata, una empresa de EEUU con sede en Puerto Rico y líder en el procesamiento de tarjetas de crédito.
El hallazgo de Travizano fue desarrollar herramientas analíticas para descifrar en base a datos de los celulares una tecnología capaz de evaluar la capacidad de pago de una persona sin recurrir a información financiera tradicional, generando así perfiles de riesgo crediticio confiables.
Con solo 20 años, Travizano formó parte de una temprano grupo de hackers que en Buenos Aires buscaban probar su valor en el mercado argentino. El propio Travizano reconoció en una entrevista que le hicieron en 2018 que su niñez había transcurrido “en el under de la seguridad informática. En ese entonces ya había una idea del valor de la información, aunque desde una postura más cyberpunk, de la persona contra el Estado”.
Su primer emprendimiento fue Underground Security Systems Research Back (USSR Back), cuyo objetivo era desarrollar e implementar sistemas de seguridad y protección” y desde la cual alertaban de fallas en software y del nacimiento de nuevos virus. En 2007 inició otro proyecto: Binaria, una empresa que ofrecía soluciones de inteligencia de marketing estudiando el comportamiento de usuarios en redes sociales.
Fue el germen de Gran Data, que fundó en 2012 junto a Martín Minnoni y Nicolás Goulu. Era una oportunidad en el entonces incipiente mundo de Big Data.
En sus propias palabras: Milei en Silicon Valley
En un artículo que posteó en X y también publicó en el portal Seúl, titulado “Milei en Silicon Valley: AI, oportunidades y aceleración”, Travizano contó que había “tenido la suerte, gracias a la invitación de Demian Reidel, de acompañar al Presidente Milei en su gira por Silicon Valley”. De esa experiencia -dijo- “fue muy interesante no sólo asistir de primera mano al interés que despertó Milei en los líderes de la tecnología que viene cambiando el mundo en el último tiempo, sino también ver las oportunidades concretas que se abren para Argentina en el campo de la Inteligencia Artificial (AI)”.

Lo primero y fundamental, resaltó, en línea con el discurso presidencial, “es señalar que las ideas de libre mercado y libre empresa son el substrato ideológico que fundaron un entendimiento inmediato”.
Junto a Reidel, Travizano era un entusiasta de la idea de transformar a la Argentina en un hub de AI, inspirado en dos convicciones. En primer lugar, que la AEI “es una tecnología que transformará el mundo y determinará ganadores y perdedores en las próximas décadas (algo así como lo que pasó en la revolución industrial pero más rápido y amplificado). Y en segundo, por el convencimiento de que la Argentina “tiene condiciones que brindan una ventana de oportunidad. Algunas de estas condiciones incluyen un posicionamiento geopolítico convenientemente alejado de los focos de conflicto, educación técnica de calidad, talento técnico, conectividad, energía, agua, etc. Por otro lado, también tenemos una historia compleja relacionada a inversiones extranjeras productivas, por lo que hay que poner mucho foco en explicar y luego ejecutar medidas que faciliten la llegada de estas inversiones y den un marco de seguridad fiscal y legal. En AI la regulación impulsa la inversión”.
En 2018, a raíz de Brotopia, un libro sobre ciertos excesos en “la vida loca” de Silicon Valley, Travizano le había contado a Infobae desde su casa, en el victoriano barrio de Bernal Heights, en San Francisco, donde vivía: “¿Descontrol? ¿Acá? No pasa nada o, yo me la estoy perdiendo. San Francisco tiene una tradición, desde los hippies, muy asociada al amor libre, el rock y las drogas. Todo lo que había de joda se acabó hace mucho. Acá hoy es todo sano: si hay una droga es el licuado de pasto».
FUENTE, INFOBAE