
“Me siento estafada, yo hice bastante para que este gobierno ganara”, afirmó Mirta Legrand.
La opinión de la señora tuvo que ver con la candidatura a vicepresidente del peronista Miguel
Pichetto. Mirta siempre hizo campaña por el antiperonismo y ahora debe votar a un peronista
y ya estará pensando en cortarse una mano antes que colocar una boleta con olor a pueblo.
Todo sabemos que Miguel Pichetto no es el clásico peronista sino más bien un oportunista. Las
bases lo tildan de traidor aunque uno cree que es una persona con capacidades peronistas
diferentes. De todas maneras es mucho para la eterna gorila.
Cabe recordar que en 1954 Mirta y su marido precisaban dinero para filmar en España. Tinayre
tuvo como idea de acercamiento a Perón hablar con Apol, vocero del general, para que sea
padrino de su hijo menor. Terminaron siendo parientes y en la fiesta del heredero de la señora
apalabraron a Apol y le solicitaron el dinero para filmar. El dirigente peronista consiguió el
dinero y la familia Legrand marchó a España, el arte los esperaba. Promediando 1955 Mirta
regresó a la Argentina y Perón había caído. La película se había estrenado y a modo de
“agradecimiento” Mirta declaró que venía del exilio, y “por fin el tirano prófugo no gobernaba
el país”. Eso era la señora.
En la actualidad sigue mostrando su hilacha antipopular, critica al presidente por la elección de
su vice y lo aplaude por su gestión. Toda una analista.
Los radicales también le caen simpáticos a la Legrand, pero ellos no pasan por su mejor
momento. En realidad nadie se mete con ellos porque siempre dan vergüenza ajena.
El partido de Alem, Yrigoyen y Alfonsín da pena por los rincones políticos. Colocó la estructura
para que Macri sea presidente y en agradecimiento el prescindente les echó flit de la
residencia de Olivos. Hoy por hoy, cero cargos importantes y menos poder.
Alguien diría a los radicales, “si tienen vergüenza, ni voten”. Hoy la fórmula de los Fernández
derrota en la provincia de Buenos Aires a Juntos por el cambio por una diferencia de doce
puntos y en alza.
De todas maneras quizás alguna concejalía les toque, aunque hoy están haciendo un pedido
solidario para que la derecha los deje como presidente de mesa en alguna localidad de la selva
chaqueña.
Mientras los radicales planean sus vacaciones en las Toninas después de octubre, Mirta llora
por los rincones porque no se banca votar a un peronista. Juntos por el cambio no pasa por su
mejor momento. Los Fernández superan en la provincia por doce puntos, en el GBA es paliza,
y en casi todo el interior dominan la intención de voto.
La derecha se prepara para el fraude, para no entregar el gobierno y además para no seguir
haciendo pasar vergüenza a doña Mirta. Mientras los radicales piden pan y no le dan seguramente conseguirán del oficialismo algún sanguche por el favor otorgado.
Mirta no puede dormir, para ayudar a que el peronismo no triunfe debe votar a un peronista, las vueltas
de la vida. Mientras esto pasa y nada queda, Randazzo puso en los clasificados de su amigo
Magnetto, un aviso ofertándose como candidato a vicepresidente. El tren de la historia pasó
delante de él y no pudo colgarse ni siquiera del último vagón.