Una bomba por aquí, otra por allá y varias que bajan y se pierden, parece ser la síntesis de una
semana agitada entre operaciones políticas y mentiras verdaderas expuestos en los medios de
confusión masiva.
La bomba en Recoleta, el supuesto explosivo en la puerta del domicilio del juez Claudio
Bonadío y la reunión del G20 tuvo una concatenación en los medios para instalar el miedo en
la población.
El caso de la bomba en el cementerio de Recoleta tiene olor a operación. El caso es que una
pareja supuestamente anarquista entraron al cementerio, se dirigieron al mausoleo donde se
encuentra los restos del comisario Ramón Falcón asesinado en 1909, y colocaron un explosivo
que les explotó en las manos. Horas más tarde la justicia tenía más de una decena de
detenidos por este motivo . Entre los sospechosos se encontró simpatizantes del Hezbolá y
narcos colombianos. Ideas que hicieron recordar al venezolano-cubano-iraní que mató a
Nisman según Carrió.
En el mismo día un par de detenidos por colocar un artefacto que nunca se supo que era pero
se hizo estallar en la puerta del domicilio de Claudio Bonadío.
En resumen, medios dominantes que magnifican hechos que dan espacio al miedo y a la
posibilidad de hacer negocios en el rubro armas con la excusa de la llegada de los miembros
del G20. Al mismo tiempo con la llegada de los gobernantes extranjeros el gobierno de
ocupación local saca chapa de dictadura ya que durante esos días controlará todo lo que sea la
comunicación de los habitantes más el cerramiento vial en varias hectáreas porteñas.
La instalación del pánico es una idea que siempre apreció la derecha. El miedo les sirve como
ordenador, en cambio el peronismo cree que el ordenador de una sociedad es el trabajo, vaya
diferencia.
En cierta forma el temor a la autoridad no solo encuentra su origen ontológico en la autoridad
misma, sino en el miedo al caos que implica su ausencia. Uno de los primeros pensadores en
relacionar el temor, el principio de conservación con la organización política fue Thomas
Hobbes.
Hoy la sociedad tiene miedo. El temor es ordenado desde el gobierno de ocupación. El
prescindente ordena el país con ajuste, pobreza, y represión. El trabajador no se anima a pedir
aumento de sueldo porque teme al despido. No se toman empleados por el temor al juicio
laboral y a la falta de consumo en un país donde la calle carece de dinero. El ciudadano común
y corriente se cuida de expresarse en las redes sociales porque la justicia es solo un colaborar
de este gobierno. Y las marchas se integra con gente enojada que reclama pero además por
aquellos temerosos de la represión salvaje que la policía nos tiene acostumbrados.
Joana Bourke , en su obra “La historia del miedo”, revela que el miedo, como un sentimiento
colectivo e individual, varía con las épocas y los contextos históricos. Sostiene Bourke que el principal transmisor actual del miedo son los medios de comunicación de masas, pero en todo
caso se precisa de la credibilidad de la sociedad para que el pánico estalle. Un ejemplo
reciente fue la idea que si ganaba el peronismo en el 2015 pronto tendría el final de
Venezuela. La pobreza caribeña está cerca, pero en un gobierno macrista.
Otro ejemplo histórico fue el pánico colectivo desatado por la transmición de la Guerra de los
mundos por Orson Welles en 1938, cuando una ficción irradiaba un ataque alienígena a la
Tierra y desató la alarma sobre los estadounidenses.
Entre 1989 y 1992 murieron 34 personas en el mundo por actos terroristas sin embargo se
publicaron 1300 libros bajo el rubro terrorismo.
Esto es el miedo. Una construcción cultural que los gobiernos de derecha suelen aprovechar. O
acaso este gobierno invasor no estigmatizó a la Cámpora, a Venezuela, Cuba, Irán y a todo
aquello que no es funcional al peor gobierno de la historia.
Hoy son las bombas, o Hezbolá o el G20 que impone el miedo. Mañana seguiremos con el
ajuste, la desocupación, deuda eterna, fragmentación social y demás conceptos que supo
construir el peor equipo de los últimos 50 años. Es más, el miedo seguirá siendo ordenador de
la sociedad, para que esta siga votando a este fascismo de ojos claros.
