
Nadie puede negar que en cada rubro, sector, corriente, agrupación, selección, equipo, deben estar y concurrir los mejores, los más aptos. El mérito se logra con trabajo, estudio y talento y siempre se considera que uno es mejor que otro en un contexto similar, es decir, el armador del equipo de futbol no puede compararse a un hombre de 70 años con un pibe de 16. ¿Se entiende?
La derecha siempre habla de la meritocracia. La izquierda en acuerdo con sectores nacionales se opone al término. Pero hablemos de la derecha, de los méritos, de las contradicciones para poder probar que gritar, editar, y hablar más de cualquier cosa no siempre es tener razón.
Yo pretendo como muchos, la derecha también, el mejor presidente para el bien del país. Nadie puede retrucar esta idea. Bien, pregunto desde la humildad, ¿puede ser presidente un hombre que carece de verba, de estudios sobre historia, derecho, sociología y economía? ¿Puede ser presidente un hombre del cual se duda de su estudio universitario, con más de 250 causas, que su familia se probó que estafó al gobierno al igual que él? ¿Puede hablarles a los argentinos desde la honestidad, sabiendo que la trampa es su deporte preferido? ¿Cuál es el mérito uno se pregunta? Pero sigamos.
¿Está bien o está mal cortar una calle? La clase, supuestamente media, ataca a quien corta el paso. Porque se le impide a otra persona que pueda pasar por la vía pública. ¿Tiene algún mérito cortar la calle?, pues ninguno. La izquierda opta por cortar las calles para extorsionar a los gobiernos y provoca el enojo de quien grita a los cuatro vientos que paga sus impuestos. Claro que esa misma persona enojada se vuelca a las calles, con más miserables, para representar al fascismo, envuelto en una bandera y promoviendo un golpe de estado. ¿Es mérito de estos últimos acabar con un sistema que trata de protegernos?
El mejor debe estar a cargo la empresa, ser el capitán del equipo o manejar la jefatura de una sección. Hablando de méritos ¿Por qué se debe colocar en un segundo plano a alguien que fue presidente?, alguien que tiene estudios comprobados, pero cometió el pecado de defender a aquellos que tienen mérito en la vida pero que gracias a muchos sinvergüenzas gobernantes no son ricos en dólares, aunque si en conocimiento. Que los pobres tienen merito no tengas dudas. ¿Acaso un tirifilo de Recoleta puede aguantar un mes sin un fiesta para drogarse o concurrir a un bar de Palermo donde se le cobra dos o tres veces una bebida?, no. Las pruebas al canto. Llenan bares, no respetan ley alguna, se enferman y enferman, y también matan. ¿Un pobre puede comer salteado?, por supuesto sino pregúntenle a Maradona. ¿Un pobre puede triunfar?, claro que sí. No se conoce figura del deporte que haya salido de la oligarquía, tampoco se conoce talentoso alguno que la oligarquía haya generado, a no ser que usted crea que la Patricia Bullrich sea talentosa o Roca, o Macri, o Neuss y puedo seguir nombrando asesinos, estafadores, ladrones cuyo talento solo alcanzó para vender armas, drogas o juntarse para demoler gobiernos populares. Debe imperar la meritocracia, los mejores deben gobernar. Claro que estaríamos discriminando. Si los mejores deben ocupar los mejores lugares, hay quienes no tendrían oportunidad alguna, es el caso de Macri, Bullrich, Juanita Viale, Juan Acosta, Casero y toda esa parva de inútiles que solo insultan y no han leído siquiera el chiste del chicle Bazooka. ¿No le parece?




