MENTIROSOS, IGNORANTES PERO REPUBLICANOS
Por Gabriel Russo.
En su primer discurso el tirano Jorge Rafael Videla le explicó a todos los argentinos que el proceso militar llegaba al comando del país para salvar a la República. Treinta mil desaparecidos, embarazadas violadas, bebes robados, viviendas saqueadas y un país endeudado fue la síntesis de estos republicanos. La víctima en 1976 fue el Peronismo. Hoy Carrió, Bullrich, el mamerto y Pichetto quieren salvar a la República de las garras del populismo.
Los republicanos pretenden hacer creer que la moral y las buenas costumbres que dicen tener están por sobre las conquistas sociales del Peronismo hoy llamado, -por estos sátrapas-, populismo.
La base discursiva siempre es el engaño y la mentira, que encuentran en el ignorante una enorme playa de estacionamiento.
El platense John William Cooke decía que los que mienten hoy, son los encubridores de los que mintieron ayer, los que agravian ahora, son los continuadores de los que agraviaron antes, bárbaro, chusma, gaucho, descamisado. El descamisado reconoce en el montonero, en el gaucho, en la chusma, a sus hermanos de sufrimiento y de lucha.
Nada de esto importa a la causa amarilla. Los medios hegemónicos actúan como tanques de pensamiento y sus soldados dan la vida para que la verdad caiga en el campo de batalla. Los Leuco y Los Feinmann sonríen falsamente cuando mirando el foco de la cámara mienten sin ponerse colorados. Claro que el público al cual se dirigen no es muy inteligente, pues las mentiras ofenden al inteligente y otorga esperanza al ignorante.
Fidel Castro alguna vez dijo: “yo rechazo la mentira porque sé que la ignorancia ha sido gran aliada de la opresión a lo largo de la historia”.
Y quizás esta definición sea la más apta, la mejor calificada. Porque la ignorancia tiene una hija poco sagaz, torpe, débil, desesperada y sobre todo carente de jovialidad y de amor propio, es la envidia.
Con estos pecados capitales es difícil llevar al país por el campo del bienestar. La derecha puede llegar otra vez al poder y no será para abatir al populismo sino para agrandar las cuentas bancarias de los mentirosos que utilizan los medios para engañar a todo un pueblo.
La ignorancia es fatal para el humano. Nada bueno sale de ella. Alejandro Dolina una noche de esas radiales y calurosas se dirigió a su público y les dijo: “la ignorancia es más rápida que la inteligencia, esta se detiene a cada rato a examinar; la ignorancia pasa sobre los accidentes del terreno que son las nociones -a gran velocidad-, y jamás hay nada que le llame la atención. Así llega rápidamente a cualquier parte sobre todo a las conclusiones. La ignorancia es más rápida porque no duda y afirma sin saber”.
Bajo este paraguas formada por la mentira y sostenido por la ignorancia se halla la causa amarilla. Sus militantes a los gritos logran imponer en los medios hegemónicos discursos vacíos sin contenido, pero engañosos. Promete millones de vacunas, modelos económicos que solo logran el bienestar de unos pocos y un país imposible de realizar sino se construye con sabiduría, conocimiento y pasión. Martin Luther King solía decir que “nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. Por eso amigo antiperonista ya le demostró Macri que no sabe hablar ni conducir, solo puede arañar un par de ideas si hablan de fútbol, ya conoce la estructura moral de la Bullrich y si le hizo caso a Carrió no se habrá vacunado, ¿Qué más tiene que ocurrir para que comience a ser un ‘gil avivado’? como diría Jauretche. ¿No le parece?
