Cuando el Fernández triunfó en las elecciones del año pasado, desde este espacio, analizamos la pandemia económica que heredó del peor presidente de los últimos cincuenta años y llegamos a una conclusión, Alberto tiene dos caminos el menemismo o el kichnerismo.
El votante del peronismo se ilusionó con un kichnerismo post Cristina. Elementos no faltaban, había sido jefe de gabinete y amigo de Néstor, se reconcilió con Cristina, armaron una coalición triunfante y la gente estaba dispuesta a vivir con alegría un comienzo duro de este nuevo gobierno.
Quizás el virus, o su ideología extraña determinaron otro camino. No olvidemos que antes de Néstor jamás había sido elegido para un cargo ejecutivo y la única vez que parte del pueblo puso en la urna la boleta de Alberto fue de la mano de Domingo Felipe Cavallo. De allí la desconfianza de algunos de poner como otra vía al menemismo, no fuimos los únicos, también Hernán Brienza analizó del mismo modo.
Hoy la economía está totalmente desorganizada. Por suerte para el presidente es un mal común ya que la pandemia hizo estragos. Pero el andar desde el primer día del hincha más famoso de Argentinos Juniors no muestra un peronismo explícito.
Ganó y homenajeó a Alfonsín. En el reportaje para el diario Perfil se identificó como social demócrata, el gabinete si la gente lo hubiera conocido en campaña no acompañaba tanto en los votos, el dialogo excesivo con los medios y el ser amigo de todos lo ubican como un adepto al menemismo baja calorías.
¿Y porque esta calificación?, vayamos por partes. Las tarifas encarecidas de Macri prometió bajarlas en campaña y congelarlas en gobierno, hoy están aumentando bajo la excusa de estimaciones de mercado. Los programas para controlar precios solo dan resultado en algún almacén cerca de su casa, porque han aumentado y mucho. De hecho la inflación que se genera, mes a mes, proviene de los alimentos ya que la gente encerrada solo consume comida. El palmear la espalda de Cristina no lo hace cristinista. Otorgar notas a todos los medios hegemónicos no lo hace dialoguista ni peronista porque siempre se olvida de los medios peronistas, que no son muchos. Al igual que Menem sonríe continuamente, máxime si son economistas y pertenecen al enemigo. El FMI llegó para quedarse con Macri y consolidarse con Alberto. Algo que nunca estuvo en los planes de Néstor. Todavía no privatizó tampoco estatizó. Las reuniones con la derecha perversa están a la orden del día y los compañeros presos por el macrismo siguen en el mismo estado. Prisión que no sufrió ningún amigo de Mau. Entonces uno saca rápidamente la cuenta y establece que aprendió más de Cavallo que de Néstor y que como no llega, todavía, al menemismo duro, ese privatizador, decide por uno más leve, el baja calorías.
