MÁXIMO O MÍNIMO

Por Carlos Galli.
Se aproximan las elecciones. Especialmente las del mes de noviembre. Las PASO, son obligatorias, pero de menor trascendencia.
Las más importantes son la de medio término. En éstas, se juegan bancas, tanto en la Cámara de Senadores como en la Cámara Baja.
El oficialismo y la oposición buscan los mejores dirigentes, para encabezar sus respectivas listas. Pregunto, ¿Los tienen?
El Frente de (casi) Todos y Juntos por el Negocio, son quienes van a polarizar esas elecciones tan esperadas… esperadas por ellos y ellas, el pueblo tiene otras preocupaciones, otras prioridades, ejemplos sobran. Cuidar la salud, de un maldito y maligno virus que afecta a todo el planeta. Conservar el trabajo a rajatabla. Millones buscándolo. Otros, pelear día a día, que hacer y cómo llevar el pan a la mesa para la familia.
Mientras una gran parte del pueblo padece hambre y miseria, los dirigentes de todo el abanico político, ponen cara de póker y dicen preocuparse y ocuparse de que la gente para que no sufran, ni padezcan necesidades.
Lo máximo, que he escuchado en los últimos días, es el «renunciamiento histórico» de Patricia Bullrich. No engañas a nadie, Pato. Ya nadie te cree un ápice. Vas de izquierda a derecha, de vereda a vereda, cruzas el charco político, según te convenga. Patricia, te resulta más fácil cambiar de partido político, que cambiarte de bombacha.
Lo mínimo que puede hacer la dirigencia, y les digo a TODOS, en este caso no hay excepciones, es que tengan cierta empatía por el gran pueblo argentino. El que le paga los suculentos sueldos y dietas. El pueblo, que como corderos al matadero los tenemos que votar en forma OBLIGADA. Son tan «democráticos» que nos obligan, aunque reconozco, que también es nuestro derecho. Me hubiera parecido un gesto humanitario, si las hubieran suspendido para mejores momentos. Creyeron que se rasgaban las vestiduras por atrasarlas un mes. No se burlen más del pueblo. Tengan un mínimo de humildad y dejen de buscar caritas nuevas, en la farándula, en el deporte, en el periodismo, para que los acompañen en esas nefastas listas sábanas de la prehistoria política.
Paren un poco, bajen algunos cambios, porque la paciencia del pueblo un día puede hacer sonar su escarmiento.
Además de todas sus miserias, algunos pretenden que les agradezcamos que nos están inoculando contra el covid. Es la obligación del Estado hacerlo. Y no nos mientan que la vacuna es GRATIS. Porque no lo es. La pagamos con nuestros impuestos.




