Sociedad

Martín Oesterheld: «La historia de mi familia es indivisible de El Eternauta

En una entrevista con la 750, el guionista y director reveló las idas y venidas a lo largo del tiempo que sufrió la adaptación de la mítica historieta: «Las condiciones eran que tenía que estar grabada y producida en Argentina y hablada en castellano», contó.

«La obra de mi abuelo me acompañó durante toda mi vida, siempre me sentí muy abrazado y comprometido con ese ida y vuelta que hubo con la gente. Hoy escala de una manera que me llena de orgullo, no me dan las palabras para agradecer el corazón que se puso en todo esto», reveló Martín Oesterheld, nieto del autor de El Eternauta y uno de los impulsores de la serie que se estrenó este miércoles en Netflix y que adapta la mítica historieta publicada en 1957.

Entrevistado en la 750, Oesterheld contó la génesis del proyecto, que se remonta a más de una década atrás. «Esto tiene una historia muy larga, cuando la productora K&S adquirió los derechos para hacer una película en 2008. Y desde ahí estamos vinculados con ellos, siempre pensando en las posibilidades de una historia que muchas veces se pensó que era inadaptable pero que en realidad era improducible. El problema era que no estaban los recursos», explicó el nieto del historietista.

A partir de 2013 Oesterheld comenzó a reeditar la obra gráfica de su abuelo y, junto a su compañera, la productora de cine Laura Bruno, lograron insertar El Eternauta en el mercado de lengua inglesa, una tarea que tenían pendiente.

«Llegamos a Estados Unidos y nos ofrecieron el contacto de una editorial que ya había trabajado con (Francisco) Solano López tiempo atrás, Fantagraphics. Ellos sacaron una edición fantástica, que terminó teniendo teniendo grandes críticas», relató Martín Oesterheld.

«De pronto, una historieta argentina de 1957 que contaba una historia de ciencia ficción en Buenos Aires empezó a tener allá la misma resonancia que tiene acá en la Argentina, que es la resonancia que tienen los clásicos, con múltiples lecturas a lo largo del tiempo», continuó.

Una historia muy codiciada

En esa línea, Oesterheld recapituló el acercamiento del director Bruno Stagnaro y la llegada de Ricardo Darín al proyecto. «A partir de la publicación en inglés de El Eternauta empezaron a venir productoras para preguntar por los derechos, e hicimos un contacto con un abogado argentino que estaba trabajando en Estados Unidos y que conocía muy bien la obra, y le llevamos a Netflix la posibilidad de hacer alguna serie. Y ahí fue que las cosas se alinearon y entró la posibilidad del proyecto. Eso fue hace seis o siete años», recordó.

Antes de Stagnaro, diversos realizadores, locales e internacionales, tuvieron en mente la adaptación de El Eternauta. «Hay una lista enorme de directores que quisieron hacerlo. Bruno (Stagnaro) siempre estuvo interesado en el mundo de El Eternauta, siempre le rondó en la cabeza desde muy chico. Lo que garantizaba Bruno era una historia contada a partir del grupo de personajes al ras de la calle», señaló el nieto del historietista.

Y agregó: «Las condiciones que habíamos puesto en principio con Netflix habían sido que tenía que estar grabada y producida en Argentina y hablada en castellano. Eso limitaba muchos intereses que había, pero para nosotros era una condición. Y Bruno no solo nos garantizaba eso sino también una lectura de lo popular«.

Consultado por la elección de Ricardo Darín para personificar a Juan Salvo, el protagonista de la historia, Oesterheld contó que la decisión fue de Netflix y K&S. Y relató una anécdota con el director español Álex de la Iglesia.

«Cuando estábamos negociando esto vino Alex de la Iglesia a la Argentina, y estaba insistente con hacer El Eternauta, porque siempre lo quiso hacer. Apareció justo en el momento en que estábamos cerrando con Netflix. Él estaba desesperado con el proyecto, decía que ya lo tenía a Darín para grabarlo«, recordó, entre risas.

El sobreviviente y Malvinas

Oesterheld también reveló que se barajaron dos posibilidades: ambientar la historia en su época original, fines de los años ’50, o en la época actual. «La idea de Netflix y K&S era hacerlo en esta época. Yo siempre pensé que me interesaba que, en tanto es la historia de un sobreviviente, fuera alguien de la generación de Malvinas. Siempre me gustó pensar más en ese entorno y no hacerlo tan joven al personaje. La idea de la generación Malvinas ya venía en el gusto y en la cercanía de Bruno con esa temática, con la que ya había trabajado. Había algo que tenía que ver con la aptitud de las armas, que en el 57 se daba de otra manera, estaban más a la mano, digamos, pero que en la época actual estaba bueno que el punto de contacto fuera Malvinas, más allá de lo que representa contar la historia de un sobreviviente que piensa que es sobreviviente de una guerra que ya pasó, pero que en realidad va a ser sobreviviente de una guerra que está por venir», señaló.

Oesterheld y la dictadura

Por último, consultado por su historia familiar, Martín Oesterheld aseguró que su pasado es indivisible de la historia de El Eternauta. «Cuando asesinaron a mis padres yo no estaba en la casa, a mí me llevaron a donde estaba detenido mi abuelo, en El Vesubio. Estuve una tarde con él, y esa la primera imagen que recuerdo de mi vida. A mis 4 años recuerdo estar con mi abuelo sentado en un banco de cemento mirando una pared pintada de sintético», expresó.

«Y de ahí me llevaron a donde vivía mi abuela, que acababa de volver de la casa de Beccar, porque había habido un atentado. Ya había muerto una primera hija y dos estaban clandestinas. Habían entrado a la casa de Beccar y puesto una bomba en el garage, que era parte de la biblioteca de mi abuelo. Después de eso, mi abuela, que era una persona muy de su barrio, no lo soportó y se volvió a vivir a la casa de sus padres, a donde se había criado cuando era chica, en Las Cañitas. Y ahí es donde me llevaron a mí», finalizó.  FUENTE. PÁGINA 12

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