MALAS PALABRAS

Por Gabriel Russo.
Las llamadas malas palabras o groserías tienen mala prensa solo por la motivación de un humano de decirle a otro y no por su significado. Es más, si cada argentino conociera el origen o significado de los insultos que suelta cuando choca el auto, el 9 de su equipo erra un gol o vota un presidente traidor otra sería la historia.
Empecemos, seguramente un amigo o compañero de trabajo tiene cara de idiota o parece un idiota o se hace el idiota. Si dice el termino en forma pública los cuervos del INADI avanzaran sobre su humanidad o su esposa le cerrará el pico, pero un idiota según los griegos es aquella persona que no quiere comprometerse con lo público, o sea un indiferente. ¿Tanto lío por no darle bolilla a las cosas?
Cuando no te gusta algo que te dice un colega, lo primero que uno dice es enviarlo a la parte superior de un banco español antiguo, o sea, le dijiste vete al carajo amigo.
El órgano reproductor femenino también tiene alto el rating al igual que el de la lora. ¿Cuántas veces por día mandamos a alguien al órgano reproductor femenino de la madre, de la hermana o de la lora? Nunca entendí ¿Por qué la lora y no una leona o una tigresa?
Claro que si alguien te dice así en publico vos dirás, “y vos hdp”, genial ¿Qué es hdp?, porque la h es muda o sea me queda la d y la p ¿O habrá querido decir que soy un hijo de mala mujer? ¿Se entiende que un insulto grave es estigmatizar a las malas mujeres y sobre todo a los hijos de estas malas señoras? ¿No será mas insultante decir tu eres un hijo de empresario, o un hijo de réferi ciego o hijo de político corrupto? No, vos sos un hijo de mala mujer.
Claro que las malas mujeres no pueden dar a luz porque serían la mala mujer que parió, otro insulto clásico de la vida misma. O sea, vos te ofendes porque una mala mujer dio a luz.
Otras groserías hablan de succionar este u otro órgano reproductor o el ya añejo vete a la materia fecal. Pensar que en Francia nació la suerte para los artistas con esta materia fecal, vieron que cuando uno debuta en el teatro o realiza una conferencia le dicen “mucha merd”. Bueno, surge de la Francia del siglo 18 cuando se estrenaba una opera u obra de teatro. El publico y los artistas llegaban en diligencias o galeras a caballo y como eran mucho los caballos y estos defecaban en la puerta del teatro la obra era un éxito cuando la materia fecal es abundante señal de gran cantidad de público.
No nos vamos a olvidar de los clásicos y comunes boludo y pelotudo. Pensar que Fontanarrosa fue noticia cuando se refirió a la sonoridad de la palabra pelotudo y nosotros no tenemos idea de lo que decimos. Facundo Cabral tuvo su éxito con la clasificación de los boludos, pero como ustedes no saben porque califican a otros con estos términos déjeme decirles que no saben lo que dicen.
En las guerras por la independencia contra los españoles había además de granaderos, patricios, blandengues y soldados, los gauchos. Estos atacaban formando tres filas. Todos contra las armas bélicas del primer mundo, o sea fusiles españoles. La primera fila eran los pelotudos que lanzaban piedras grandes y redondas. La tercera fila era aquellos que lanzaban bolas de piedras atadas a una piola, o sea los boludos. No me olvide la segunda fila, pero ese sí que no la entiendo. Cuando un pibe se lanza a enamorar a una piba se le dice lancero, bien la segunda fila de los gauchos eran los lanceros porque atacaban con facón, cuchillo o tacuara.
O sea si se aburrió de esta nota puede decirle a la patrona que no entiende lo que dice este que no le interesa la cosa pública, que es como la tercera fila de los gauchos y el muy hijo de mala mujer se la lleva en pala por decir giladas, será posible el órgano reproductor de la lora. ¿Entendió primera fila de los gauchos?, ¿No entendió? Entonces váyase a lo alto del barco español antiguo. ¿No le parece?