
La imagen que uno tiene de Lisandro López cuando festeja un gol es, el jugador apoyándose el índice derecho en la sien y a veces extendiendo el brazo izquierdo dando la impresión de locura por el tanto conseguido. Mauricio Macri cuando es entrevistado, otorga la misma sensación. Según Diego Maradona, es “presidente y no sabe leer”. Lo que no sabe el Diego es que Mau es prescindente. Y así es amigo. Cada lectura del presidente es
para preguntarse quien fue el irresponsable que lo votó.
El reportaje que otorgó a Luis Majul midió 3, 3 puntos. La nota a Carlos Melconian en el mismo programa midió 4, 8. Es decir, ni los propios lo aguantan, o lo que es peor, cada día que pasa genera menos interés.
El problema de Macri es la falta de contenido que lo hace escasamente interesante y hasta torpe para el sistema con lo cual quienes son sus jefes ya están pensando cómo será el recambio.
En ese reportaje tan poco visto declaró que su padre fue un delincuente, o sea debe cuestionarse la herencia recibida por él y sus hermanos. La aclaración vale la pena cuando son tiempos que se cuestiona la herencia de Florencia Kirchner.
Pero Macri se creyó muy inteligente al declarar que el padre había cometido delito. Lo hizo para mejorar su imagen, total su padre no puede recibir ningún reto jurídico. Macri tiene razón, su padre fue un delincuente. Si no vale la pena recordar que el clan tenía en 1976 seis empresas y terminó el proceso con 47. Todas hechas con el sacrificio de Franco, la gerencia de Mau y la coima uniformada. Ambos cometieron delitos cuando fueron contrabandistas en la década del 90. También lo hicieron cuando se hicieron cargo de las firmas Citroen, Peugeot y Fiat. Los Macri cambiaban autopartes de los tres autos para obtener un costo más barato, y conseguir mayor rédito. Esto costó vidas humanas ya que produjo muchos accidentes en aquellos Fiat con una
palanca de cambios que no funcionaban.
Macri dice que Cristina es corrupta pero se olvida cómo cartelizaba obra pública en todos los gobiernos desde la década del 70 a la fecha. Macri en el gobierno instala un modelo que solo sirve al imperio y a sus intereses. La apertura de las importaciones hace que las empresas argentinas cierren, incluso la de su amigo Caputo que sigue echando gente de la fábrica de aire acondicionado que posee en el sur. Igual su amigo tiene la mayor parte de la obra pública y el negocio de aviones y sus “raros” negocios colaterales. Tan raros pero siempre de la buena, no es así Mau?.
Macri sigue destrozando el país donde nació. Su cuenta corriente sigue creciendo pero a pesar de todo no está bien. Muy avejentado, consumiendo sus nervios, se le observa dubitativo en cada declaración, histérico en sus discursos y no entendiendo porque Maria Eugenia mide diez puntos más que él poniendo en jaque su liderazgo.
El reportaje con Majul fue menos visto que el de Melconian. Su gente empieza a dudar, su imagen sigue cayendo y su salud mental comienza a pasarle factura. Al menos, en su locura, Lisandro López hace festejar a media Avellaneda, con Macri solo festeja su primo y su hija Antonia.
No olvidemos que Franco Macri según su hijo pasó de “el ejemplo que nos dejó” a un delincuente en quince días. Tanta perversión no aumenta su imagen pero si su locura.