La denominación troll surge de una leyenda nórdica y eran aquellos que podían derrotar a los gnomos y destruir las familias y las viviendas. En la Argentina se instalaron como parte de de una estrategia macrista a cargo de Marcos Peña y Durán Barba. Su función es y era la defensa irracional y fascista de un gobierno de ajuste y entrega.
Estos trolls, que tienen contrato hasta diciembre de este año, forman parte de del equipo de comunicación y propaganda. Ellos tratan de manipular a la opinión pública. Pero no lo lograron.
Tuvieron una publicidad excesiva ya que el gobierno de Macri se impuso en los comicios del 2015 y en las legislativas del 2017. Formaron parte del triunfo, pero el concepto es erróneo. La política venció a un peronismo desgastado y desunido en el 2015 y el triunfo se lo atribuyó el ecuatoriano y sus trolls malignos. Las legislativas de medio término tuvieron lugar en tiempos de la luna de miel macrista y nuevamente el triunfo sonrió a la corriente amarilla.
Cuando la devaluación entró en escena, cuando la heladera comenzó a vaciarse el trabajo troll no era el adecuado. Otra vez, la política venció. Macri cayó derrotado por la unión del peronismo, por la conformación de un gran frente democrático y por el ajuste feroz. Cuando el hambre acecha no hay troll que valga.
De todas maneras la acción sicológica y el arte de la trampa es importante en la partidocracia. Para pequeños triunfos, pero importante al fin. “Pero fue el florentino Nicolás Maquiavelo, alrededor del año 1500 de ésta, nuestra era cristiana, que le dio el objetivo y a las funciones de la propaganda política una interpretación particularmente afín a la teoría burguesa moderna, al plantear que sólo el Estado y el poder político constituyen un supremo valor independiente, mientras que el súbdito sigue siendo objeto de manipulaciones, señala Carlos Fazio en su obra Terrorismo Mediático, la construcción social del miedo en México.
La propaganda es el principal procedimiento de acción psicológica e incluye la manipulación y el uso de la mentira intencional en el discurso público. Hola Macri, que tal Marquitos.
Es este el motivo por el cual mucha gente cae en la trampa y cuando llega el momento de votar lo hace en contra de sus intereses y a favor de una derecha siniestra y nunca diestra.
Fazio señala que consiste en el empleo deliberadamente planeado y sistemático de un tema, a través de la sugestión compulsiva y de técnicas psicológicas afines, con el propósito de alterar y controlar opiniones, ideas y valores, mediante la exacerbación del miedo y el odio en la población. Concebido como un objetivo militar, el punto más crítico del ser humano es su mente.
Si a esto le agregamos las ideas de Thomas Hobbes sobre el control de la población a través del miedo, el odio de Nieztche sobre una raza superior y el plan ultra k conformado por la Cía de lavado de cerebro, tenemos la ideología amarilla en su más alto esplendor. Cabe recordar que comenzaron su campaña proselitista con un informe del departamento de estado norteamericano aduciendo que el argentino promedio es un chico de cinco años, por eso la escenografía de los globos.
La propaganda es el lenguaje destinado a la masa, que emplea palabras y otros símbolos que sirven como vehículo la radio, la prensa, la televisión, el cine, para modificar la conducta de las personas mediante la persuasión, sin parecer forzarlas. Y uno de los principales medios para ejercer influencia y obtener ese fin, es la mentira. La mentira como arma.
Chomsky señala que otros nuevos filtros son las contramedidas y los correctivos como método para disciplinar a los medios de difusión masiva, el anticomunismo ( hoy podríamos decir el antiterrorismo) como religión nacional y mecanismo de control. Estos elementos interactúan y se refuerzan entre sí.
La materia prima de las noticias debe pasar a través de los diferentes tamices, tras lo que resta el residuo listo para expurgar y publicar.
Pero los trolls, el ajuste, Hobbes, Nieztche, Maquiavelo, la trampa, la mediocridad de un presidente y la impunidad chocaron contra la unidad peronista, el carisma y la heladera vacía. El saldo de este violento choque fue la derecha depuesta y la vuelta al poder del peronismo.
Ante la tristeza del ajuste y la agresividad de los trolls volvió a ganar un modelo que impone como concepto ordenador al trabajo y como reflexión final, que los únicos días felices fueron, son y serán peronistas.
