LOS MEJORES
Por Dany Wilde.
El concepto meritocracia refiere a aquellos que logran un determinado bienestar económico, intelectual a través de su aplicación, inteligencia y esfuerzo. La derecha utiliza el termino para descalificar al que participa de una idea contraria y de esta manera fideliza a sus acólitos.
El concepto es mal utilizado. La derecha lo sabe y adrede lo usa. Ejemplo: El macrismo critica los planes sociales para destacar que sus seguidores trabajan, obtienen sus recursos y viven bien gracias a su esfuerzo, mientras que el que recibe un plan es un vago.
Se parte de falacias y falsedades, pero siempre a propósito. Planes sociales para desocupados hay en Argentina, Escandinavia y en el último rincón del planeta. Y existen no por caridad sino para que cada humano de alguna manera participe del capitalismo. En Argentina sirven para sobrevivir, no para vivir plenamente. La queja en Noruega también es por lo bajos que son los planes, en España y el Reino Unido también. O sea, amigo antiperonista quéjese de los planes con Alberto Fernández, pero también con el Rey de Noruega, el de España y la Reina de Inglaterra.
El peronismo también desarrolla meritocracia, pero en su verdadero concepto. Siempre se parte de una idea colectiva. Siempre el mejor es el que se destaca, pero el mejor dentro de una misma idea. Ejemplo: Si formamos un equipo de futbol y tenemos dos arqueros, no está mal utilizar al mejor, pues los dos son arqueros. Lo mismo si tenemos un bufete de abogados, un comercio etc., siempre el mejor dentro de la misma idea.
La derecha también habla del mejor, pero en situaciones desparejas. Un empresario acusa a un pobre de vago. Lo que no dice el empresario es que en su infancia lo mantuvieron los padres, que solventaron sus gastos hasta la noche de casamiento y le dieron todas las herramientas para que pueda optimizar su vida. El pobre nació en una casa donde la tierra era el piso, en un lugar reducido con más de un hermano y desde chico salió a trabajar para poder comer salteado. Solo lo iguala al empresario en el oxígeno que respiran. Con diferentes herramientas y desde distintos orígenes no se puede hablar de meritocracia.
La derecha lo hace simplemente para vaciar de contenido la política, igualar para bajo y por un concepto fascista que tiene de la forma de gobernar.
¿Es Mejor Messi que el diez de Cambaceres?, por supuesto. Pero ambos son jugadores. ¿Es mejor Cristina Fernández que Vidal? por supuesto, por ambas son políticas. Ahora bien, no es mejor el esposo de Pampita que solo puso dinero (no sabemos si bien habido) para llegar a ser cabeza de una lista para diputados, que el plomero que viene a casa a cambiar un cuerito, o el despedido de una empresa que apenas puede comer. Las situaciones, orígenes e historia son totalmente diferentes. Por eso el mérito no es malo, perversa es la derecha que miente hasta afirmar que la tierra es cuadrada, ¿No le parece?
