
Los medios de comunicación utilizan la libertad de expresión para la realización de sus pingues negocios. En nombre de la libertad empresarial mienten, engañan, estafan y delinquen. Sí, cometen delitos, todo esto ante la mirada de un poder judicial vetusto, cómplice y preocupado por sus inversiones a corto plazo.
Si el sistema político critica por la mentira en blanco sobre negro, los empresarios hablan de la libertad de expresión. Nótese algo particular, el dueño del grupo más fuerte en medios es un contador, quienes manejan Telefé son empresarios del campo, el líder de Canal 9 es un sindicalista, quien maneja C5n y Ámbito Financiero un empresario del juego, el número uno de América es un ex diputado mendocino en sociedad con un médico dueño de una famosa prepaga y el diario La Nación ahora es manejado por Mauricio Macri, en síntesis el único Canal que tiene un periodista al frente del medio es Canal 7, o sea el estado.
En los 60 y 70 el dueño de Canal 9 era un locutor, el de Canal 13 un empresario de la televisión, en Canal 2 y Cónica y alguna vez en Teleonce un fotógrafo, en Ámbito, un periodista. Esa es la diferencia de época. Cuando conducían los medios aquellos que entendían del tema, los medios cumplían con su función social que era la de informar, formar y entretener. Después de los 90 los medios se transformaron en los tanques de la oligarquía.
Y un tanque descarga bombas y mata. Hoy un diario puede decir tranquilamente que un dirigente es la Morsa, utilizar todo su poder de fuego para eliminarlo de la carrera política y tres años más tarde decir lo contrario. Un medio puede bancar a una diputada o una presidenta de partido conservador para que mienta sobre un virus y mandar cientos de argentinos a la muerte segura y todo en nombre de la libre expresión.
Ese medio se puede aburrir de desestabilizar gobiernos, atentar contra ellos cometiendo un delito y la justicia ni siquiera lo retará. Puede ampliar grietas, provocar matanzas entre ciudadanos que creen ese mensaje y nada les pasará. Los medios matan porque engañan, estafan y delinquen.
Sin ir más lejos se puede citar a Clarín que desde el ‘46 al ‘55 fue peronista, cayó Perón y lo mencionaba como el tirano prófugo poniéndose al servicio de un gobierno ilegal. Durante el proceso escondió robos de bebes y matanzas a cambio de papel gratis y la destrucción de cientos de empresas. En los ‘80 pudo atentar contra Alfonsín porque no se hizo de Radio Mitre, en los ‘90 si la obtuvo y finalmente Carlos Menem se sintió defraudado y traicionado por el contador (Magnetto). Clarín fue K hasta que Néstor le dijo que Cristina iba a ser la presidenta. La misoginia pudo más y Clarín fue opositor. Hoy sigue siendo contrario al oficialismo por la misma razón. En medio de estas luchas empresariales hay gente que se mata, pierde el empleo, se divorcia, la pasa mal porque el medio abusa de la mentira logrando que los gobiernos trastabillen y equivoquen sus políticas y debido a sus errores la gente inocente paga. Hubo muchos muertos por el virus, porque creyeron que era una gripecita o que el gobierno actual atentaba contra la libertad. El dólar se disparó gracias al lobby político del contador y gracias a ello cerraron empresas y comercios. Por eso, cuidado porque el medio mata. Se impone en la sociedad por la libre empresa y cuando es atacado esgrime la libertad de expresión. Todo un acto de hipocresía, ¿no le parece?




