
Cuando hablamos de la oligarquía encontramos definiciones semánticas o ideológicas, pero quizás una de las más concretas y claras sea la de Arturo Jauretche. El hombre de Lincoln supo decir: “la oligarquía es una minoría ínfima en nuestra sociedad, son dueños de la tierra, si, pero su mayor poder es el de ser dueños de la cabeza de miles de argentinos de clase media, que, sin tener más tierra que la de los canteros del patio, se comportan como fieles defensores de un modelo que no les pertenece”.
Queda alguna duda que Jauretche tenía razón. Alguien puede explicar porque un miembro de la media clase se fanatiza con el peor presidente de la historia?. Se puede entender que un hombre desocupado, que habita en la Capital, que no puede pagar ni tarifas ni servicios, acompañe con su voto a un mediocre prescindente que terminó con el aparato productivo, nos endeudó por un siglo y alcanzó la mayor pobreza en los últimos 17 años?. No hay respuesta, quizás alguien diga, es el efecto de los medios, el medio ambiente, las amistades, el querer y no poder, en fin hay más excusas para ir en busca de una pertenencia que no es la suya y hacer el ridículo al igual que su líder en cada presentación.
El filósofo español dijo: “la ignorancia hace que mucha gente se crea titulares de diarios totalmente falsos. Ahí está la importancia de la educación. Una y otra vez me paro a reflexionar sobre el alcance de los ladrillos que se meten en determinadas las cabezas. El problema es porque hay personas que quieren creer determinadas cosas, porque somos como somos”.
Y como somos? Sería la pregunta, que brinde decenas de respuestas. Pero es un país que intenta quedarse en la clase media a pesar de la clase media, a pesar de los pobres confundidos, a pesar del universitario ignorante y el desclasado. John William Cooke dijo: “los pobres que votan a la derecha son como los perros de la mansión, la cuidan pero duermen afuera”.
Macri representa a las corporaciones, a los ceos, a las clases altas, sin embargo la desclasada clase media le hace el aguante. Ignora desocupación, pobreza y entrega. Mira para arriba cuando Macri habla de la Virgen del Recreo o le besa los pies a una jubilada por un voto. Ignora el ridículo pero en forma absurda lo sigue apoyando. Definitivamente Mario Benedetti tenía razón cuando escribió su Poema a la clase media y decía:
Clase media
Media rica
Media Culta
Entre lo que crea ser y lo que es
Media una distancia medio grande
Desde el medio
Mira medio mal
A los negritos
A los ricos
A los pobres
A los locos
A los sabios
Si escucha a un Hitler
Medio le gusta
Y si habla un Che
Medio también
En el medio de la nada
Medio duda
Como todo le atrae
(medias)
Analiza hasta la mitad
Todos los hechos
Y (medio confundida)
Sale a la calle con media cacerola
Entonces medio llega a importar
A los que mandan
(medio en las sombras)
A veces, solo a veces, se da cuenta
(medio tarde)
De que la usaron de peón
En un ajedrez que no comprende
Y nunca la convierte en reina.
Así, medio rabiosa
Se lamenta
(a medias)
De ser el medio del que comen otros
A quienes no alcanza
A entender
Ni medio.




