
Rumbo al 10 de diciembre Alberto Fernández sigue caminando la patria grande como el presidente peronista que es, hablando con todos, buscando el consenso y los acuerdos que sirvan para sacar adelante un país arrasado por el neoliberalismo.
Mientras el futuro ex presidente se reúne con sus amigos para que le aplaudan sus tontas frases y planificando sus rutinarias vacaciones, Alberto ya fue a Méjico y puso primera para la reconstrucción de un continente que el imperio puso en llamas. Mientras el peronismo trabaja, Chile, Bolivia y Ecuador sufren el boicot imperial. En especial Chile que vive su 2001 argentino.
Mientras los muertos en Chile suman 50 extraoficialmente, los carabineros disparan a los ojos y violan mujeres, arrojan muertos en los incendios y desaparecen una treintena de personas. Alberto comunicó, en conferencia de prensa mejicana, que la Argentina ayudará al país trasandino.
A partir del 10 de diciembre el peronismo encarará un pacto social donde habrá tarifas congeladas por seis meses. Habrá cargo para compras con tarjeta en el exterior. La tercera medida será el control a importaciones y al ingreso de capitales. Habrá retenciones móviles para las materias primas. Como quinta medida, y poco graciosa para la clase media, será un aumento en bienes personales y ganancias.
Como sexta medida, por ahora, habrá un impuesto compensador para contener naftas. La séptima será descontar iva en alimentos vía planes sociales. Además habrá más presupuesto en educación y salud. También habrá remedios gratis para jubilados y un aumento del 20 por ciento.
Este paquete de medidas serán las primeras en tomar por parte del presidente Alberto Fernández. El peronismo debe andar con cuidado, la sociedad entre el imperio y las corporaciones supranacionales buscan inventar una Siria en América Latina. Por ahora intentan probar en Chile, también los seduce Ecuador y Bolivia, pero al mismo tiempo cercan a la Argentina. Ellos saben que Winston Churchil tenía razón cuando mencionaban a nuestro país como locomotora política. No son casuales las manifestaciones en Chile y en Bolivia. Las grandes familias piensan repetir lo realizado en Asia con Siria, Líbano e Iraq en América Latina. Por eso incendiaron países y endeudaron a otros.
Alberto lo sabe. Pretende renegociar la deuda, pero si Trump y el Fmi no escuchan está China para solucionar el problema de la deuda argentina. Trump lo sabe, por eso saludó a Alberto, no escuchó a Bolsonaro y recibirá al nuevo presidente con fecha a determinar.
Cristina dijo a la multitud que la despidió el 9 de diciembre de 2015, “cuidado vienen por ustedes” y tuvo razón, no mintió. El domingo 27 dijo la vicepresidente. “hay que preservar la unidad”. Unos días antes avisó en la campaña, “vienen momentos muy difíciles”. Si antes Cristina no mintió, no hay razón para que lo haga ahora.
El macrismo fue exitoso en el saqueo. Hay que empezar de vuelta, o sea, debemos ser pacientes y acompañar a un gobierno de todos conducido por el peronismo. No hay otra salida. Y debemos estar atentos y no caer en la trampa amarilla dispuesta a todo para convertir a Argentina en el Chile actual.




