Sociedad

Lo que nos deja Pablo Milanés

Por Margarita Pécora.

Apenas nos hemos repuesto de la nostalgia que nos dejó la partida de Hebe, y recibimos otra estocada al corazón, con la noticia de la partida de un ícono de la nueva trova cubana y de la música a nivel mundial : el cantautor Pablo Milanés.

Desde hace varios años venía batallando contra la muerte. Entró al quirófano decenas de veces para reparar los huesos que soportaban su corpulenta figura; pero volvía por nosotros aún abriéndose paso trabajosamente sobre los escenarios, para seguir regalándonos la inconfundible melodía de su voz recompensada con atronadores aplausos.

Se nos fue Pablo, y de qué callada manera, dejándonos un largo espacio en el que no estará físicamente, pero en las pistas del corazón de la generación que lo adoró y de las nuevas que descubrirán su enorme talento musical, se escuchará eternamente a “Yolanda”, “Para vivir”, porque “El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos”, pero hay que seguirle cantando a la felicidad.

Se nos fue el fundador de la nueva Trova cubana dejándonos su impronta y enseñanza de que “La vida no vale nada si uno se queda sentado, después que ha visto y soñado que en todas partes te llaman”. «La vida no vale nada si tengo que posponer, otro minuto de ser y morirme en una cama” -así vivió Pablito-, como decía una estrofa de su emblemática canción, peleándola siempre con el arma de su canción, mostrándonos el camino de las anchas alamedas por donde pase el hombre libre.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba