LAS PROVOCACIONES DE LA DIRIGENCIA POLÍTICA

Por Carlos Galli.
La dirigencia política argentina, devaluada, increíble, hipócrita, soberbia, vanidosa y llena de miserias, todos los días y a toda hora con sus actos electorales, tribuneros, con promesas que jamás cumplirán provocan al pueblo.
Las chicanas entre Berni y Aníbal Fernández intercambian culpas, mientras el país es un polvorín.
La jubilación de la vicepresidenta de la Nación, es un insulto a los millones de jubilados/as, y pensionados/as. Dos millones de pesos son equivalentes a noventa y seis jubilaciones mínimas. La Dra. Fernández de Kirchner gana $2.500.000 (dos millones quinientos mil pesos) por mes.
La derrotada Tolosa Paz (lo único que tiene de Victoria es su nombre), nos dijo que garcharemos más. Y un radical alfonsinista (socialdemócrata), encabeza la lista del Frente de Todos contra todos. Un insulto al peronismo auténtico. Más que un insulto, es directamente una puteada.
Al gobernador de Santa Fe lo tapó el agua. Se le escapó la tortuga, y la provincia la «gobierna» el narco.
El «revolucionario» Máximo Kirchner, que no tiene ni idea donde está ubicada Sierra Maestra, ahora pide más tiempo para negociar con el FMI.
El Dr. Alberto Fernández, se abraza cálidamente con el presidente del país del norte, un tal Joe Biden. En la breve charla, entre ambos, estaba el Canciller. Sí, sí. Canciller, no me equivoqué, Santiago Cafiero, que fue eyectado como Jefe de Gabinete, pero le dieron como premio consuelo ser Ministro de Relaciones Exteriores y Culto.
Roberto Feletti puso en el freezer algunos precios hasta el 7 de enero del 2022. Un método que ya fracasó en otros tiempos. Cree que inventó la aspirina. Y lo único que hizo es crear incertidumbre entre nosotros los consumidores y el comerciante. Donde siempre, pierde el mismo.
Otros que insultan la inteligencia de un pueblo agotado, cansado de promesas incumplidas, tristes, sin esperanzas, sin ilusiones, sin futuro, y sin presente. Hartos de la clase más privilegiada de la ciudadanía, los y las políticas que solamente buscan sus propios beneficios, atornillados a sus bancas y a sus cargos, y otros que quieren llegar a convertirse en todopoderoso, son los siguientes personajes:
Diego Santilli, José L. Espert, el camaleón Florencio Randazzo, Nicolás del Caño, Cynthia Hotton una cristiana con valores, pero con pocos votos. El libertario de extrema derecha Javier Milei, que piensa que todo se soluciona cerrando el Banco Central. Myriam Bregman, perteneciente a una tibia y moderada izquierda.
Ellos y ellas, diariamente nos prometen que harán un país mejor. Error, ellos son parte de la enorme grieta. De derecha a izquierda, nos faltan el respeto con todas sus mentiras y promesas meramente electorales.
Como escribió el enorme Enrique Santos Discépolo: “Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor…”
El próximo 14 de noviembre, el pueblo al cual pertenezco, iremos a sufragar. Los viejos peronistas, lo haremos con la nariz tapada y triple barbijo. No tenemos un candidato, ni candidata que nos represente. En lo personal, tengo una amarillenta lista del FREJULI, haré una fotocopia y la pondré en el sobre, por lo cual lograré que mi voto sea impugnado.
El 14 de noviembre votamos, el día siguiente nada cambiará. Hay que empezar desde ahora a reinventar al peronismo auténtico. Los viejos, como es mi caso, con nuestras luchas y vivencias. Nuestros principios y con la doctrina occidental cristiana y humanista, que nos legó el General Perón y Evita. Los más jóvenes y verdaderamente combativos, los que saben que las revoluciones sociales se hacen con tiempo o con sangre. Y los viejos ya no tenemos tiempo. Pero ya tampoco queremos sangre, ya mucha hemos derramado. Pero entre unos y otros, tendremos que lograr que el PERONISMO AUTÉNTICO resurja de las cenizas como el Ave Fénix. Es muy difícil, claro que lo es, pero no imposible.
El 2023 no está tan lejos, por eso hay que empezar cuanto antes, porque el peronismo será revolucionario o no será nada. Ese fue el pedido de Evita, la única abanderada de los humildes. Hagamos que su deseo se haga realidad. Honremos su memoria. No nos olvidemos que ella dejó jirones de su vida. Y también recordemos que el General Perón dijo: «Mi único heredero es el pueblo». Entonces preparemos nuestras banderas y así volverán los mejores días que, sin dudas fueron, son y serán PERONISTAS.
La política es como el juego del ajedrez. Los primeros que se pierden son los peones. El Caballo salta de a dos pasos. La Torre solo en línea recta (hay muy pocos). El Rey solo un paso, (para atrás, para adelante, a la izquierda o a la derecha). El Alfil en diagonal, a diestra y a siniestra. La Reina se mueve casi en todas las formas posibles. Los peones muy poquísimas veces llegan a ser Rey. Y cuando se logra jaquearlo se gana el juego.
El ajedrez y la política tienen una sola diferencia. El ajedrez no lastima ni daña a nadie.




