LA VERDAD ¿QUIÉN LA TIENE?

Por Carlos Galli.
Una pregunta simple. Una respuesta, difícil.
Hay un proverbio chino que expresa que hay tres verdades: «MI VERDAD. TU VERDAD. Y LA VERDAD».
Descartes decía que, se deduce del principio «Pienso, luego existo».
Su segunda verdad, en ser claro y distinto.
Y que, el rasgo de ser distinto, puede ser problemático.
Para los creyentes de las tres religiones monoteístas, son: DIOS, yo y el mundo.
Se dice muy frecuentemente que, algo es indubitable, cuando nadie puede negarlo.
«La única verdad es la realidad», dijo Aristóteles. Una frase muy utilizada por el General Perón.
Hoy, a pocos días de las PASO, que solo sirven a los pequeños partidos o alianzas menores, ¿Cuál es la verdad de la dirigencia política?
Todos, sin excepción, creen tener la verdad absoluta, para la solución de todos los problemas que tiene la sociedad, que tiene el pueblo.
Prometen todo aquello que saben que no pueden cumplir, aunque ya casi nadie les cree.
Tuvimos un ex presidente, que en plena campaña decía ‘POBREZA CERO’, mintió.
El actual presidente de la Nación, expresó que ‘volvían mejores’, mintió.
Sergio Massa, nos sorprendía con su verdad diciendo: «Yo tengo vocación de liderar, pero sobre todo tengo la responsabilidad y obligación de ayudar a construir un nuevo Gobierno». Mintió, no construye más que divisiones.
La izquierda dice estar unida. Miente. Están desparramados en varias fracciones. Haciendo un juego de palabras, la izquierda está en los CAÑOS.
El melenudo Javier Milei, vocifera ‘VIVA LA LIBERTAD’. Miente. No hay nada más esclavizante que la derecha.
Las siete verdades de los políticos, que jamás cumplen:
1) Ayudar a la educación.
2) Ayudar al sistema de salud.
3) Que todos los ciudadanos y ciudadanas, tengan acceso a los servicios básicos.
4) Ayudar a combatir la inseguridad.
5) Ayudar a la clase trabajadora.
6) Ayudar a combatir el narcotráfico.
7) Ayudar a combatir definitivamente la pobreza.
Cualquiera que sea el candidato, no escapan a estás siete promesas que, sin dudas, NUNCA CUMPLEN.
Nadie es el dueño de la verdad absoluta. Toda verdad es relativa, y viniendo de los políticos y políticas, es aún más relativa.
Son decididamente, IN CRE I BLES. Así separado en sílabas y en mayúsculas, para que se entienda en forma clara.




