LA SOLEDAD DE UN HOMBRE GRIS

Por Carlos Galli.
Podría ser el título de un libro, de una película, o de una serie de NETFLIX. Pero no es nada de esto, es simplemente la imagen que muestra el Presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández.
El color gris es absolutamente neutral por antonomasia, es la fusión del color blanco con el negro.
El gris representa negatividad, indecisión, frialdad, ausencia de energía. En muchas ocasiones demuestra angustia y melancolía.
El gris, en psicología tiene un significado aún más preocupante, (aunque algunos profesionales opinan lo contrario), unos piensan que denota, que el color gris es poco confiable e inmaduro. Cada uno con su librito.
El primer mandatario, sin dudas, políticamente está cuasi en soledad. Esta es la gran pregunta que nos hacemos la gran mayoría de los ciudadanos.
¿Necesita ayuda? SI, absolutamente. Pero ocurre que su soberbia y su falsa modestia no le permiten pedirla. Es cerrado, y a veces parece un chico prepotente.
El pueblo lo mira de reojo, y desconfía de sus promesas, la mayoría incumplidas. Sus discursos para la tribuna hace tiempo que no le alcanzan. Su espejo le devuelve la imagen de una persona desgastada. Un espejo frío lo marca a fuego. El Presidente le pregunta cientos de cosas, pero el espejo, -insisto- frío como un témpano, no le da respuestas. Solo existe un silencio cruel, que lo aturde y lo abruma.
Ya no tiene, o quizás nunca tuvo el espíritu de valentía, que debería tener como primer mandatario de una Nación que necesita que deje de ser un hombre gris y tibio.
Su futuro político es incierto. Nunca tuvo poder, y sin poder es imposible gobernar. Tiene la «mágica» lapicera, pero se está quedando sin tinta.
El fuego «amigo» cada día arde más.
El Presidente hoy parece confiar más en sus archienemigos que en su propia tropa.
Los gobernadores, en su mayoría, lo han dejado solo. La secta camporista entre las cuerdas. Está al borde del nocaut. Un golpe blando en el mentón, y caerá irremediablemente en la lona. Máximo Kirchner lo ignora, y la Vicepresidenta no le brinda una pisca de apoyo. Muy por el contrario, sin querer queriendo, como decía El Chavo, cada minuto lo desestabiliza y ella también lo ve como un tibio, un hombre gris y en soledad.




