LA PUERTA DE ENTRADA

Por Gabriel Russo.
En un almuerzo de tres horas de duración el presidente Alberto Fernández expresó ante su par ruso que Argentina puede ser la puerta de entrada para Rusia a América Latina. En la misma charla, y sin dejarse de sorprender Putin, Alberto expresó “queremos dejar atrás la dependencia con los Estados Unidos”.
Si esta charla fue transmitida en vivo y en directo para la Casablanca el grito de Joseph Biden se hubiera escuchado hasta Tailandia. Biden había dado el okey días antes para que la Argentina y el fondo acuerden. Ese entendimiento no era el mejor para el FMI, menos aún para la Argentina. Lo cierto es que Biden se opuso hasta que finalmente dio el aval.
Máximo pateo el tablero y a simple vista uno ve la derrota en el 2023 y por goleada. El silencio de la jefa lo confirma, el presidente solo dijo que Cristina no estaba de acuerdo con Máximo. Caos en el gobierno, conflicto con el sistema.
Pero la trampa se puede oler. Si las declaraciones de Alberto son solo palabras de cortesía acá no ha cambiado nada, crisis en el Frente y vemos como se arregla, aunque más de uno sospecha que la renuncia de Máximo fue una puesta en escena.
Porque una vez obtenido el aval imperial se calmaron las aguas, pero en vísperas del viaje del presidente sobrevino la renuncia de Máximo. Si Rusia es la ‘puerta de entrada’ y Argentina no quiere ser más dependiente de Estados Unidos como afirmó el presidente, la apuesta es a favor de la entente China-Rusia, y Biden con un ataque de nervios.
También se puede entender que las declaraciones presidenciales sean más para concertar negocios y algún préstamo en yuanes. También es una posibilidad. Si esta es la idea, Biden volvería a la normalidad y el acuerdo con el Fondo se firmaría con algunos retoques.
La tercera variable, y la piensa más de un dirigente, que el viaje solo haya sido turístico y algún negocio para Mario Ishii único intendente que participó de la comitiva, todos al unísono volveremos a llamar Alverso al presidente y diremos que la crisis continúe y que Sergio Massa se prepare para ser candidato.
Todo es muy raro. Argentina en el exterior es poco creíble. Lo que no saben en el extranjero es que acá también son nada confiables. Si podemos anticipar que quizás la renuncia de Máximo no haya sido un capricho ni una convicción, sino una puesta en escena diseñada por la jefa. ¿No le parece?




