¿LA PATAGONIA NO ES ARGENTINA?

Por Carlos Galli.
Ayer, después de muchos años, me entero que la Patagonia no es Argentina.
En Presidente de la Nación le expresó sin medias tintes a la Gobernadora de Río Negro, que no es función del Gobierno Nacional reforzar el control de las rutas o brindar mayor seguridad a la región. A esta patética respuesta del primer magistrado se sumó la impresentable expresión del otro Fernández, Aníbal, que suelto de palabra dijo: “la Gobernadora no puede exigir nada, no es nuestra obligación… Sin más comentarios”. A palabras necias, oídos sordos. Parecería que La Patagonia ha dejado de pertenecer al territorio nacional. ¿Será chilena?
El reclamo de la Gobernadora es el envío de fuerzas federales para combatir la violencia de «mapuches», que hay que recordar que no fueron, ni son, ni serán, pueblos originarios. Fueron los Tehuelches o Patagones, quienes habitaron aquellas tierras. Al menos que también quieran cambiar la historia.
A mi entender, el Grupo RAM excede a la provincia de Río Negro para transformarse en un hecho nacional. En su carta, el Presidente argentino demuestra la falta de solidaridad con el pueblo rionegrino. En síntesis, el Dr. Alberto Fernández, les dice a sus compatriotas de la provincia patagónica, arréglense como puedan. Una vez más, demuestra su ya insoportable tibieza.
Con el vacunatorio Vip se hizo el distraído. Con las fiestas de Olivos primero dijo que no existieron, y luego cuando todo salió a luz, culpó a su compañera de la vida. Tibieza, cinismo y cobardía. Para el primer mandatario la culpa SIEMPRE es de los demás.
Nadie en su sano juicio pretende que usted sea el General Perón. Tampoco Omar Torrijos o Salvador Allende. Ni siquiera Pepe Mujica, pero al menos procure ser un Presidente digno para el pueblo que lo eligió. Que puso sus sueños y esperanzas en tener una mejor calidad de vida, más digna y que merezca ser vivida.
Con el tema Nicaragua, la República Argentina se abstuvo. Ni a favor, ni en contra. Una vez más, tibieza.
Los tiempos se acortan. El descontento es mucho. Defraudó a propios y extraños. Ni siquiera pudo ir a los diferentes actos por el Día de la Lealtad Peronista. No tenía SU lugar, era sapo de otro pozo. El peronismo, del cual usted está a años luz, no puede compararse con los que realiza la socialdemocracia europea, la cual usted admira profundamente.
Volviendo a lo que preocupa e interesa, el Ministro Sergio Berni, le apuntó al Gobierno Nacional, diciendo: «Regalar nuestro territorio nacional es un trámite burocrático que lleva su tiempo». Y agregó, caliente como una pipa, «seguramente estarán negociando (el gobierno), ahora es que le cambiemos los colores a nuestro pabellón nacional», finalizó Berni.
Presidente Alberto Fernández, La Patagonia es Argentina. Aunque usted no lo crea o no lo sienta. No quiere enviar ayuda, porque no corresponde, salga de su tibieza, ponga lo que debe poner sobre la mesa y ayude a los rionegrinos que forman parte del pueblo. Deje de lado la burocracia, ponga el pecho. Si no lo hace, pasará a la historia sin gloria y con muchas penas. Hasta lo entiendo que no lo haga, nunca puso el cuero por las causas populares. Pero no sé desanime, para todo siempre hay una primera vez.
Se que su tibieza se lo impide, pero le recuerdo Presidente, que a los tibios DIOS los vomitara de SU boca. Quiero suponer que no quiere ser un vómito del Señor, fuente de toda razón y de toda justicia.
Ponga la otra mejilla. No sea como los sepulcros, blancos y limpios por fuera, pero por dentro, llenos de miserias y podredumbres.




