LA MIRA DESVIADA

Por Wally Crock.
Probablemente de repetirla tantas veces de manera inconsciente, no se nos presenta como una realidad la frase “la historia es cíclica”.
Un grupo de funcionarios argentinos fueron recibidos en Israel por el Presidente de ese país, Isaac Herzog. Entre ellos se encontraba la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y quien encabezó la delegación no fue el canciller Santiago Cafiero, sino el Ministro de Interior, Wado de Pedro.
¿Fortuito? Que quien se referencie en ella políticamente (primero en exponer su renuncia luego de la derrota en las primarias del 2021) lidere el grupo y también su cuñada, hace pensar que Cristina no ve con malos ojos el acercamiento a ciertos países.
Si hay algo que no pueden entender en La Nación+, u otros despachos de Juntos es el pragmatismo de la Vicepresidenta. En palabras de Aníbal Fernández “Cristina hace lo que nadie piensa en el momento que no suponen”.
¿En qué quedó el comando venecubano pro Ruso iraní? que venden los medios antikirchneristas.
El tipo de movimientos desconcertantes como la división de bloque en el Senado, a veces no resulta conveniente. Para muestra sobra la elección de Alberto Fernández para encabezar la fórmula.
El mundo viró hacía una falsa idea de realización en soledad donde el tener es poder, y las libertades individuales son lo principal.
Hablar de que todo tiempo pasado fue mejor no escapa a una posible verdad, sin embargo, sería para pasar el rato y no para hacer política. Es necesario pensar en el futuro para conducir un país y la única forma de modificar las actitudes actuales es desde adentro.
No se puede corregir el individualismo en la comodidad de la crítica. Son 12 palabras que nunca quiso comprender la izquierda Argentina.
Por eso es tan importante el pragmatismo, y en ver lo que sucede en el plano internacional que es donde se consagra la política.
Si sólo se combate siendo parte había que ingresar en ese lodazal que dan las falsas esperanzas liberadoras con una persona que dice pertenecer a tu bando. Menem tenía formación peronista y tomó un rumbo neoliberal en lo económico.
Hasta el día de la asunción de Alberto Fernández nos cansamos de escuchar que formó parte de la lista de Cavallo en la ciudad, que siempre arreglaba con los medios como en los ´90, en definitiva que era menemista.
Sin embargo, puede que esa sea la cualidad por la que lo designó Cristina. ¿Por menemista? No, porque no había forma de gobernar en la actualidad sin una transición. Sin embargo, cuando esperaban que dijera que lo sigan porque no los iba a defraudar comenzó a decir que con la democracia se come, se educa, y se cura. De Guatemala a guatepeor.
Quien hoy dice saber de entrada que era alfonsinista miente. No existe el contexto histórico ni mundial que demande esa conducción.
Cuando pierde el FdT en las intermedias, Cristina envía una carta donde pide un cambio y lo ejemplifica en Juan Manzur.
La Presidenta del Senado no estaba eligiendo a un seguidor de ella, porque se refirió al Gobernador de Tucumán que siendo peronista apoyó a los K, después a Macri, tiene llegada a la embajada, a Israel. Si tiene 4 patas y ladra es un perro; y si se llama Juan Manzur es un menemista tardío.
Nuevamente estaba pidiendo más Menem y menos Alfonsín.
En las últimas semanas hubo dos reuniones importantes en la agenda compartida con Clarín, se trató de la entrevista de Marc Stanley, flamante embajador de Estados Unidos en Argentina, con la ex Presidenta; y luego la de la generala Laura Richardson, comandante del Comando Sur de Estados Unidos (deben suponer que américa las pertenece).
¿Era posible estas reuniones hace una década? ¿Poquito después de que Chávez le dijera Alca, al carajo a Bush en su cara en Mar del Plata?.
Pragmatismo.
Como la historia es cíclica cabe pensar que se esperaba que la sucesión al neomenemismo sea el kirchnerismo, habiendo aprendido de la crisis.
Pero Alberto se fue más atrás y sus ídolos son Bob Dylan y Alfonsín. Después del Presidente nacido en Chascomús, ¿Qué vino?
¿Volvemos a lo mismo que al principio? No. Porque se perdieron años valiosos en los cuales el pueblo estuvo peor a costa de nada. Ni siquiera de idear un proyecto que pueda seguir por un tiempo porque los que estaban derrotados ya se levantaron.
Y después de Alfonsín llega Menem, pero esta vez el peronismo no va a elegir a su menemcito para armar. Lo van a poner de afuera. Va a llegar un neomenemismo con Larreta, pero más vivo que Macri, y pondrá un Jefe de Gabinete peronista como Urtubey, o hará un pacto con el peronismo cordobés y se podrá quedar más tiempo. Hoy Milei dice que su referente económico es Cavallo. Todos apuntan en una dirección pero el Presidente no se da por enterado.
A la idea de que la historia es cíclica le falta su complemento, “aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”.




