Salvo honrosas excepciones, las fiscalías del Conurbano Bonaerense llevan
adelante una labor perezosa en la investigación de los hechos delictivos
que llegan a sus conocimientos. En defecto, basta que una persona sea
detenida por el personal policial en el marco de un sumario para que la
fiscalía solicite, en pocos días la elevación a juicio oral.
Son escasas las diligencias probatorias que los fiscales llevan adelante
para procurar verificar los extremos de todo aquello que se realizó en la
seccional policial.
Son fiscales perezosos, que se vinculan y conforman con la actuación
policial para apoyar sus pretensiones punitivas. No investigan, y sólo
rinden pleitesía a la labor policial, de manera ciega, dócil y
obsecuente, de forma mansa y rendida.
También ese temperamento procesal los lleva a querer que el imputado se
declare culpable lo antes posible. Que todo sea breve, efímero y precario,
que el preso reconozca que la labor de la policía refleja toda la verdad
de los hechos, incluida desde ya su responsabilidad penal.
Son fiscales de instrucción que pretenden que todo sea evaluado en juicio
oral. No importa cuánto tarde la llega del juicio oral. En sus fiscalías
no hay nada que hacer, el imputado es culpable, siempre.
Total ¿Para qué investigar?
¿Investigar para meter presa a una persona?
No, mejor meter presa a una persona, luego se la investiga, en el juicio
oral.
Son fiscales que llegan a presionar a los detenidos con tal que acepten
declararse culpables en el escenario de un juicio abreviado.
Todo breve. Todo fácil. Todo sencillo, simple y escueto.
¿La Justicia?, algún día vendrá.
Dr. Hugo Lopez Carribero
Abogado penalista




