LA HISTORIA SE REPITE
Por Simón Radowistky.
Juan Perón fue la bisagra en la historia argentina. Promediando la década del 40 el General estableció derechos para los trabajadores dando impulso a la clase media. Tres golpes de Estado soportaron. Dos fallaron, el tercero costó el exilio y 400 muertos. Luego de la llegada de la Revolución Fusiladora Perón soportó hasta lo inimaginable. Tirano, corrupto, ladrón y hasta violador fueron los epítetos que los medios publicaban en blanco sobre negro. Todas las acusaciones, con el tiempo, fueron desvirtuadas. Perón trascendió los tiempos y quedó en la historia.
Ni hablar de Evita. Fue el motor del Peronismo y quien más hizo por el trabajador. La clase media le contestó con un “viva el cáncer” y festejó el día de su muerte.
Cuando el Liberalismo se había consolidado, apareció en el 2003 el matrimonio Kirchner.
Néstor al igual que Perón pagó la deuda y no tomó ningún empréstito. De esta manera se pudo gobernar y cuidar la mesa de los argentinos. Murió en el 2010 y otra vez el cipayismo festejó a pesar de que le fue bien, pudo viajar y llenarse de dólares sin declarar. Cristina, al igual que su esposo y Perón no tomó deuda, o sea la chorra no aprovechó el dos por ciento de comisión que se entrega en forma legal a todo presidente que toma deuda del FMI.
Cristina al igual que Eva se desvivió por los trabajadores, no tanto por la CGT, y de la misma manera que su esposo y el General otorgaron justicia social, realizó dos gobiernos con soberanía política e independencia económica, o sea las tres banderas del Peronismo.
Por sus hechos y no por sus dichos hoy una justicia que brinda en la Embajada estadounidense todos los 4 de julio la condenará. El juicio se probó que es una farsa, pero ni a la oligarquía financiera ni a los medios hegemónicos les importa, menos a la clase media empobrecida por el macrismo.
Una causa cerrada, reabierta en el gobierno de Albero Fernández enfrenta al Poder Ejecutivo con el Poder Judicial sobre la base de la mentira. El fiscal acusó a Cristina de formar una banda para llegar a la presidencia y robar al Estado. Lo acusa el amigo de Macri, delante de un juez, amigo de Macri y olvidando al bueno de Mau que se cansó de estafar a empresarios, Estado y población a cambio de nada.
A Perón lo acusaron de violador. El abogado de la supuesta víctima, muy antiperonista, terminó haciendo un libro y reconociendo que todo había sido una farsa de la Revolución Fusiladora. A Cristina se la acusa de ladrona, se la intentó matar y lo único que está probado es que amplió derechos, los dichos del fiscal son solo una farsa. La justicia de la década del 50, como de la dictadura o la actual solo obedeció órdenes de una Embajada que jamás fue justa. ¿No le parece?