LA GUERRA Y FATIMA
Por Gabriel Princip.
Este fin de semana tuve oportunidad de hablar con dos miembros del clero. Una sola pregunta fue la destacada en una charla de dos horas. La Tercera Guerra Mundial. La respuesta ya viene porque vino.
El Papa Francisco dijo en 2014 que la Tercera Guerra Mundial empezó, pero en partes, lo repitió en el 2017 y en el 2019.
Este año el Pentágono afirmó que la guerra con Ucrania es a largo plazo. También no hace mucho, Putin afirmó que la guerra con Ucrania puede derivar en una Tercera Guerra Mundial.
La cantidad de países que se suman al conflicto hace recordar la invasión a Polonia por parte de Hitler. En las guerras de Vietnam, Irán, Iraq, Somalía, la antigua Yugoslavia intervenían siempre los mismos protagonistas que eran los locales, más Rusia y Estados Unidos.
En esta guerra se sumó toda la OTAN y hasta los países escandinavos estudian la entrada a esta organización para participar de la guerra olvidándose que la independencia de Suecia y Finlandia se la debe a Rusia.
Todos hablan de la guerra, todos los medios y completan la frase con tercera y mundial.
El 13 de mayo de 1917 delante de tres chicos, Lucía, Francisco y Rosa, en el pueblito de Fátima apareció la Virgen. Lo hizo en tres oportunidades ese año, en ese pueblo. La última el 13 de octubre y ante 70 mil personas. La Virgen confió tres secretos a los chicos, que se develaron dos en 1941 y el último se escribió en 1960 y lo contó Juan Pablo II el 26 de junio del 2000.
En el primer secreto los chicos ven como es el infierno y las consecuencias de no seguir por el camino que traza Dios, en el segundo el fin de la Primer Guerra y el anuncio de la Segunda Guerra y se le atribuye a la virgen la siguiente frase: “Si escuchan mis peticiones, Rusia se convertirá y tendrá paz, si no esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la iglesia”. El tercer secreto nadie se atrevía a decirlo. Se interpreta.
Tanto fue así que Lucía la única pastorcita viva lo escribió cuando era monja en 1960 y lo envió al Papa. Se ocultó por años y Juan Pablo II lo volvió a decir en junio del 2005. Lucía había muerto en febrero de ese mismo año.
En el tercer secreto también impera la muerte. Hasta el 2005 muchos apostaban a la muerte de un papa. Al papa falso o la derrota del cristianismo pero no es ninguna de esas versiones.
La más cercana a la visión es otra. Lo que vieron estos pastorcitos, dos de ellos muertos en diciembre 1917 y febrero de 1918, fue cadáveres y más cadáveres. Se ve a miembros del clero acompañando al Papa rumbo a una montaña pasando antes por una ciudad en ruinas y cadáveres a ambos lados. Los miembros del clero suben a una montaña donde se halla una gran cruz y se arrodillan ante esta. Una vez arrodillados son muertos el papa y los miembros del clero por una lluvia de flechas y balas. Solamente el papa alemán interpretó esta imagen como crónica de lo acontecido en la historia católica, el resto asegura el anuncio de la Tercera Guerra y esta sería después del 2005.
Todos los caminos llegan a Roma. El ateo no creerá en la profecía, pero el comunista si le cree a Putin o el liberal entiende que el Pentágono no miente o el católico le cree al Papa. Palabras mas palabras menos, estamos en presencia de una Tercera Guerra Mundial. ¿No le parece?
