La estrategia de Macron no fue solo mostrar el pecho.

Por Margarita Pécora –
Buena parte de la estrategia que hizo ganar al premier francés, Emmanuel Macron las elecciones el domingo con el 58,55 % de los votos imponiéndose a la candidata de ultraderecha Marine Le Pen consiste, no precisamente en haber mostrado los puños o el pecho como banalmente enfoca una revista de modas donde lo exhiben con la camisa desabotonada, dejando ver el pecho mientras se relajaba en un sofá. Su golpe de efecto lo preparó hábilmente y puso en práctica en el terreno de la opinión pública internacional intentando mediar ante Vladimir Putin para persuadirlo de abandonar la acción militar contra Ucrania, aunque hasta ahora no lo haya conseguido.
Conociendo que la mirada global está enfocada en un Putin duro e inflexible, el presidente galo consiguió lo que es extremada difícil para otros; que el premier ruso lo reciba personalmente para hablar de un tema que ya tiene decidido como es avanzar con su operación militar en Ucrania.
Aún así a principios de febrero ambos se reunieron en Moscú, cada uno sentado en un extremo de una larguísima mesa, generando memes que a la postre fueron funcionales a la búsqueda de visibilidad de Macron en campaña.
Asumiendo un papel de mediador, el francés intentó varias veces convencer a Putin de abandonar la guerra contra Ucrania, pero también ha instado a apoyar las sanciones contra Rusia, ha apelado a la cautela y ha hablado de crímenes de guerra en Ucrania.
En esa ocasión el mandatario francés buscaba evitar que la masiva acumulación militar rusa de más de 100.000 soldados se convirtiera en una guerra. También mitigar las quejas de seguridad de Rusia, que incluyen exigencias de que Ucrania y Georgia no puedan convertirse en miembros de la OTAN y que la alianza retire tropas en Europa del Este.
A pesar de ello, por la victoria electoral el presidente ruso Valdimir Putin, le envió a Macron un mensaje difundido a través de Telegram, donde le desea «buena salud y bienestar» y ha expresado «su más sincero deseo de éxito en sus actividades estatales».
Que le ha servido el rol de mediador a Macron en esta performance electoral no cabe dudas, porque su popularidad venía cayendo en los últimos tiempos, principalmente por su posición frente las protestas de los llamados «chalecos amarillos», sus políticas y algunas de las medidas para hacer frente a la pandemia de coronavirus.
Según Paul Kirby, desde París, “Esta es una victoria dramática e histórica para el presidente francés. No nos equivoquemos: esta era la mejor oportunidad de victoria de Marine Le Pen y, sin embargo, no sucedió.
“Aunque Le Pen ofreció recortes de impuestos y no aumentar la edad de jubilación, los franceses decidieron que las propuestas de Macron eran más realistas y rechazaron las de ella. En 20 años, Francia no había respaldado a un presidente por dos mandatos y nunca antes un presidente había sido reelegido con una mayoría en el parlamento.
“Algunos sectores lo criticaron por considerarlo un ‘presidente de los ricos’ y de no estar en contacto con los sectores más desfavorecidos de la sociedad francesa”.
Pero ahí está los franceses tendrán a Macron por 5 años más, aunque algunos se quejen de que quiera perpetuarse en el poder…




