La CGT sale a la Plaza de Mayo para enfrentar la reforma laboral de Milei

La protesta incluirá un acto central en Plaza de Mayo, discursos del triunvirato cegetista y un reclamo contra los cambios laborales y el ajuste en educación, ciencia y tecnología.
La Confederación General del Trabajo (CGT) realizará este jueves una movilización hacia la Plaza de Mayo con el objetivo de mostrar fuerza y rechazar la reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei. La protesta se da en un contexto de creciente tensión con la Casa Rosada y apunta a bloquear el avance del proyecto oficial en el Congreso.
La concentración, que se replicará en todas las provincias, será la cuarta medida de este tipo convocada por la central obrera desde la asunción de Milei. El acto central se desarrollará frente a la Casa Rosada, donde a las 15 se leerá un documento con fuertes críticas al Gobierno y tomarán la palabra los tres cotitulares de la CGT.
Una movilización con amplio respaldo
La convocatoria contará con el acompañamiento de las dos CTA, movimientos sociales, sectores políticos como La Cámpora y agrupaciones de izquierda. Además, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Federación de Aceiteros anunciaron un paro de 24 horas en respaldo a la protesta impulsada por la CGT.
Las columnas sindicales comenzarán a concentrarse desde el mediodía en distintos puntos del centro porteño y luego marcharán hacia la Plaza de Mayo, donde se espera una fuerte presencia de trabajadores de distintos gremios.
El rechazo al proyecto oficial
Si bien el Gobierno eliminó varios artículos de la versión final de la reforma laboral tras negociaciones con la CGT, la central obrera mantiene su rechazo al proyecto elaborado durante semanas en el Consejo de Mayo. Entre los principales cuestionamientos, la CGT señala la inclusión de una regulación muy estricta del derecho de huelga, la prelación de los convenios por empresa y las restricciones a la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo.
En ese marco, los cotitulares de la CGT —Jorge Sola, del gremio de Seguros; Cristian Jerónimo, de los empleados del vidrio; y Octavio Argüello, de Camioneros— encabezarán los discursos durante el acto central.
Paso por el Senado y advertencias
Este miércoles, los integrantes del triunvirato cegetista participaron de la reunión de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, presidida por Patricia Bullrich, donde expusieron su postura frente al proyecto oficial. Allí calificaron la iniciativa como “regresiva” y “inconstitucional”.
En paralelo, los dirigentes sindicales reforzaron el operativo de seguridad de la movilización ante el temor de posibles incidentes generados por infiltrados que, según advierten, podrían buscar perjudicar a la CGT.
Por ese motivo, la central obrera difundió un comunicado en el que manifestó su “preocupación” por declaraciones de funcionarios libertarios, a las que calificó como “provocaciones innecesarias hacia los trabajadores”.
El reclamo por garantías y paz social
En el mismo documento, la CGT exigió al Gobierno que “garantice la integridad física y la libertad de quienes participen en la movilización” y reclamó que “se abstenga de promover discursos estigmatizantes o intimidatorios, ya que profundizan la confrontación y ponen en riesgo la paz social”.
El planteo se da en medio de un clima de desconfianza y de fuertes cruces públicos entre el sindicalismo y sectores del oficialismo.
La protesta contra el ajuste educativo
Además del rechazo a la reforma laboral, la movilización también incluirá un reclamo contra el “desfinanciamiento” previsto en el Presupuesto 2026. Según la CGT, el proyecto “elimina garantías legales de inversión en educación, ciencia y tecnología”.
“Como central sindical sostenemos que la inversión en estos sectores es fundamental para el desarrollo nacional, la justicia social y el futuro de la Argentina”, sostuvo la CGT en línea con su secretario de Políticas Educativas, Sergio Romero, quien conduce la Unión Docentes Argentinos (UDA).
Los artículos cuestionados del Presupuesto 2026
La central obrera advirtió que el artículo 30 del proyecto presupuestario propone derogar la Ley Nº 26.206, que fija un piso del 6% del presupuesto para educación, e ignora la Ley Nº 26.075 de Financiamiento Educativo. Además, plantea la derogación de los artículos 5º, 6º y 7º de la Ley Nº 27.614, que establecen un aumento progresivo de la inversión en ciencia y tecnología hasta alcanzar el 1% del PBI en 2032.
También se elimina el artículo 52 de la Ley Nº 26.058, que garantiza un fondo no inferior al 0,2% de los ingresos corrientes para la educación técnico profesional.
Ante este escenario, la CGT reclamó a los legisladores el retiro inmediato del artículo 30 del proyecto y advirtió que el alejamiento del Estado de su obligación constitucional “sólo puede resultar en la destrucción del sistema educativo”.
Diálogo abierto y posiciones enfrentadas
Pese al conflicto, los vínculos entre el Gobierno y la CGT no están completamente cortados. Se mantienen algunos canales informales de diálogo a través del asesor presidencial Santiago Caputo y de Martín y “Lule” Menem.
En contraste, el sector más duro del oficialismo, integrado por el ministro Federico Sturzenegger y Patricia Bullrich, ahora senadora nacional, impulsa una reforma laboral que busca debilitar el poder sindical.
Un historial reciente de protestas
Desde la asunción de Javier Milei, la CGT protagonizó una movilización a Tribunales el 27 de diciembre de 2023 contra el DNU 70; dos paros generales de 24 horas el 24 de enero y el 9 de marzo de 2024; un paro con movilización los días 9 y 10 de abril de 2025; una marcha por el Día del Trabajador el 30 de abril de este año y la tradicional movilización de San Cayetano, el 7 de julio.
El interrogante ahora pasa por el impacto que tendrá esta nueva protesta. Mientras el Gobierno asegura contar con los votos necesarios para aprobar la reforma laboral, el sindicalismo puso en marcha lo que define como un “plan de resistencia” para frenar la sanción de la ley. Las próximas semanas serán determinantes para saber si el oficialismo logra imponer los cambios laborales o si la presión sindical consigue bloquearlos.




